5 ros como en Granada. Para lo qual es menester nombrar algunos destos linages, y de dónde fueron naturales algunos dellos en particular, aunque no se diga ni declare de todos, por no ser prolixo en esta nuestra narración, como adelante diremos. Poblada, pues, Granada s de las gentes mejores de África, no por esso dexó la insigne ciudad de passar adelante con sus muy grandes y sobervios edificios, porque, siendo governada de Reyes de valor y muy curiosos que en ella reynaron, se hizieron grandes mezquitas y muy ricas cercas de muy fuertes muros y torres; porque los Christianos no la tornassen a ganar y 10 cobrar de su poder hizieron muy fuertes Castillos y los reedificaron fuera de las murallas muy fuertes torres, como oy en día parecen. Hizieron el Castillo de Vivataubín fuerte con su cava y puente levadiza: hizieron las Torres de la puerta de Elvira y las del Alcaçava, y plaça de Vivalbulut, y la famosa torre del Azeytuno, que está cami15 no de Guadix: y otras muchas cosas dignas de memoria, como se dirá en nuestro discurso. Y muy bien pudiera yo traer aquí los nombres de todos los Reyes Moros que governaron y mandaron esta insigne ciudad, y los Califas, y aun de toda España: mas por no gastar tiempo no diré sino de los Reyes Moros que por su orden la governaron y ao fueron conocidos por Reyes della, dexando a parte los Califas passados y señores que tuvo, siguiendo a Estevan Garibay Çamalloa. 20 25 El primer Rey Moro que Granada tuvo se llamó Mahomad Alhamar. Éste reynó en ella treynta y seys años y más meses: acabó año de mil y docientos setenta y tres años. El segundo Rey de Granada se llamó assí como su padre Mahomad Mir Almuzlemin. Éste obró el Castillo del Alhambra, muy rico y fuerte, como oy se parece. Reynó veynte y nueve años, y murió año de mil y trecientos y dos. El tercero Rey de Granada se llamó Mahomat Abenalhamar: a éste 30 un hermano suyo le quitó el Reyno y lo puso en prisión, aviendo reynado siete años: acabó año de mil y trecientos y siete. El quarto Rey de Granada fué llamado Mahomad Abenaçar: a éste Rey le quitó un sobrino suyo el Reyno, llamado Ismael, año de mil y trecientos y treze: reynó seys años. 35 El quinto Rey de Granada se llamó Ismael: a éste mataron sus vasallos y deudos suyos; mas fueron degollados los matadores: reynó éste nueve años: acabó año de mil y trecientos y veynte y dos. El sexto Rey de Granada se llamó Mahomad: y a éste también le mataron los suyos a trayción: reynó onze años: murió año de mil y 40 trecientos y treynta y tres. El séptimo Rey de Granada se llamó Juçeph Aben Hamete: también fue muerto a trayción: reynó onze años: acabó año de mil y trecientos y cincuenta y quatro. El octavo Rey de Granada fué llamado Mahomad Lagus. A éste le despojaron del reyno a cabo que reyno doze años: y acabó año de mil y trecientos y sesenta por aquella vez el reyno. 5 El noveno Rey de Granada se llamó Mahomad Abenal Hamar, séptimo deste nombre. A éste mató el Rey Don Pedro en Sevilla sin culpa, aviendo este Rey ydo a pedirle amistad y favor: matóle el mismo Rey Don Pedro por su mano con una lança: y mandó matar a otros 10 que yvan con este rey, aviendo reynado dos años: acabó año de mil y trecientos y sesenta y dos: fué embiada su cabeça en presente a Granada. Tornó a reynar Mahomad Lagus en Granada, y reynó en las dos vezes veynte y nueve años: doze la primera vez, y diez y siete la se- 15 gunda: acabó año de mil y trecientos y setenta y nueve años. El dezeno Rey de Granada se llamó Mahomad Guadix: reynó tres años pacífico: acabó año de mil y trecientos y noventa y dos. El onzeno Rey de Granada se llamó Juçeph, segundo deste nombre: el qual murió con veneno que el Rey de Fez le embió puesto en una aljuba o marlota de brocado: reynó quatro años: acabó año de mil y trecientos noventa y seys. El dozeno Rey de Granada fué llamado Mahomad Aben Balba: reynó doze años: acabó año de mil y quatrocientos y ocho años. Su muerte fué de una camisa que se puso emponçoñada con veneno. El trezeno Rey de Granada fué llamado Juçeph, tercero deste nombre: reynó quinze años, murió año de mil y quatrocientos y veynte y tres. 20 25 El catorzeno Rey de Granada fué llamado Mahomad Abenaçar, el izquierdo: aviendo reynado quatro años le desposseyeron del reyno, 30 año de mil y quatrocientos y veynte y siete. El décimoquinto Rey de Granada fué llamado Mahomad el pequeño: a éste le cortó la cabeça Abenaçar el izquierdo, arriba dicho, porque le tornó a quitar el reyno por orden de Mahomad Carrax, cavallero Abencerraje. Reynó este Mahomad el pequeño dos años: acabó 35 año de mil y quatrocientos y treynta. Tornó a reynar Abenaçar izquierdo, el qual fué otra vez despojado del Reyno por Juçeph Abenalmao su sobrino: reynó este Rey treze años la última vez: acabó año de mil y quatrocientos y quarenta y cinco años. 40 El décimoséptimo Rey de Granada se llamó Abenhozmin el coxo. En tiempo déste sucedió aquella sangrienta batalla de los Alporchones. Reynava en Castilla el Rey Don Juan el segundo. Y pues nos viene a cuenta, trataremos desta batalla antes de passar adelante con s la cuenta de los Reyes Moros de Granada. Es de saber, según se halla en las Chrónicas antiguas, assí Arábigas como Castellanas, que este Rey Hozmin tenía en su corte mucha y muy honrada cavallería de Moros: porque en Granada avía treynta y dos linages de cavalleros, muy ahidalgados, como adelante diremos: donde eran Gomeles, Ma10 ças, Zegrís, Vanegas, Abencerrajes, éstos eran de muy claro linage; otros Maliques Alabezes, descendientes de los Reyes de Fez y Marruecos, cavalleros valerosos, de quien los Reyes de Granada siempre hizieron mucha cuenta, porque estos Maliques todos eran Alcaydes en el Reyno de Granada, por ser muy buenos cavalleros y de mu15 cho valor y confiança, y ansí en las fronteras y partes de mayor peligro eran Alcaydes. Y porque sea notorio a todos, diré algunas dellas. En Vera era Alcayde Malique Alabez, bravo y valeroso cavallero. En Vélez el Blanco estava un hermano suyo, llamado Mahomad Malique Alabez. En Vélez el Rubio avía otro hermano déstos, Alcayao de muy honrado y valiente, y muy amigo de Christianos. Otro Alabez avía Alcayde en Giquena, y otro Alabez era Alcayde en Tirieça, fronteras de Lorca y muy cercanas en Orce y Cúllar, Benamaurel, y Castilleja, y Caniles, y en otros muchos lugares del Reyno. Estos Maliques Alabezes eran Alcaydes, por ser, como avemos dicho, todos as cavalleros de gran valor y de mucha confiança. Sin éstos, como tengo dicho, avía otros cavalleros en Granada muy principales, de quien los Reyes de Granada hazían gran cuenta: entre los quales avía un cavallero llamado Abilbar, del linage de los Gomeles, cavallero valeroso y Capitán de la gente de guerra. Y como era hombre de grande esfuer30 ço, y no sabiendo estar holgando, sino siempre en guerras contra Christianos, le dixo un día al Rey: Señor, holgaría mucho que tu Alteza me diesse licencia para hazer una entrada en tierra de Christianos, porque no es razón que la gente de guerra esté ociosa sin exercir las armas. Y si tu Alteza me da licencia, entraré en el campo de Lorca y 35 Murcia y Cartagena, que son tierras de muy grandes haziendas y ganados. Y yo me offrezco, con ayuda de Mahoma, venir cargado de muy ricos despojos y cautivos de allá.» El Rey le dixo: «Mira, Abidbar, muy bien conozco tu valor, y grandes días ha que se concede licencia para yr a entrar: yo la daré porque la gente de guerra se exercite en las armas; mas para essas partes que dizes, temo de te la dar, porque 40 < la gente de Lorca y Murcia y toda essa tierra tiene bravas gentes y pelean bravamente, y no querría que te sucediesse mal por quanto vale mi Corona.» «No tema vuestra Alteza-respondió Abidbar— de peligro, que yo llevaré comigo tal gente y tales Alcaydes, que sin temor ninguno ose entrar, no digo yo en el campo de Lorca y Murcia, s mas aún hasta Valencia me atrevería a entrar.» «Pues, sus, si ésse es tu parecer, sigue tu voluntad, que mi licencia tienes.» Abidbar le besó las manos por ello, y luego se fué a su casa, que la tenía en la calle de los Gomeles, y mandó tocar sus añafiles y trompetas de guerra: al qual belicoso son se juntó grande copia de gente, toda bien armada, 16 para ver qué era la causa de aquel rebato. Abidbar, quando vido tanta gente junta y tan buena armada, holgó mucho dello, y les dixo: «Sabed, mis buenos amigos, que avemos de hazer una entrada en el Reyno de Murcia, de donde, plaziendo al sancto Alhá, vendremos ricos; por tanto, cada qual con ánimo siga mis vanderas. Todos respondieron 15 que eran contentos. Y assí Abidbar salió de Granada con mucha gente de cavallos y peones, y fué a Guadix: y allí habló con el Moro Almoradi, Alcayde de aquella ciudad, el qual le ofreció su compañía con mucha gente de cavallo y de pie. También vino otro Alcayde de Almería, llamado el Malique Alabez, con mucha gente de cavallo y 20 de pie muy diestra en la guerra. De allí passaron a Baça, donde estava por Alcayde Benaciz, el qual también le ofreció su ayuda con gente de cavallo y de a pie. Aquí en Baça se juntaron onze Alcaydes de aquellos lugares a la fama desta entrada del campo de Lorca y Murcia. Y con toda esta gente se fué el valeroso Capitán Abidbar 25 hasta la ciudad de Vera, donde era Alcayde el bravo Alabez Malique, adonde se acabó de juntar todo el exército de los Moros y Alcaydes que aquí se nombrarán. El General Abidbar. Abenaciz, Capitán de Baça. Su hermano Abencazin, Capitán de la Vega de Granada. Alabes, Alcayde de Vélez el Blanco. Alabez, Alcayde de Vélez el Rubio. Alabez, Alcayde de Almería. Alabez, Alcayde de Cullar. · Otro Alcayde de Guéscar. Alabez, Alcayde de Orce. Alabez, Alcayde de Tirieça. Todos estos Alabezes Maliques eran parientes, como ya es dicho, y se juntaron en Vera, cada uno llevando la gente que pudo. También se juntaron otros tres Alcaydes; el de Mojácar, y el de Sorbas, y el de Lobrín: todos estos Alcaydes juntos se hizo reseña de toda la gente que se havía juntado, y se hallaron seyscientos de cavallo; aunque otros dizen que fueron ochocientos, y mil y quinientos peones; otros dizen To que dos mil. Finalmente se juntó grande poder de gente de guerra, y determinadamente a doze o catorze de Março, año de mil y quatrocientos y cincuenta y tres entraron en los términos de Lorca, por la marina llegaron al campo de Cartagena, y lo corrieron todo hasta el rincón de san Ginés, y Pinatar, haziendo grandes daños. Tomaron 15 mucha gente y grande copia de ganado, y siendo hecha esta presa los Moros se tornaron muy gallardos y ufanos. Y en llegando al puntarón de la sierra de Aguaderas, los Moros entraron en consejo sobre si yrían por la marina por donde avían venido, ó si passarían por la vega de Lorca á escala vista. Sobre esto uvo grandes pareceres y dares y 20 tomares. Y muchos dellos affirmavan que fuessen por la marina, que era camino más seguro: otros dixeron, que sería grande covardía y menoscabo de honra, si no passavan por la vega de Lorca a pesar de sus vanderas. Y deste parecer fué Almalique Alabez, y juntamente con él todos sus deudos Alcaydes que allí yvan. Pues visto los Moros 25 que aquellos bravos Capitanes estavan determinados de passar por la vega de Lorca, huvieron de no contradezir más aquel parecer; y assí a vanderas tendidas, puesta la presa en medio del bravo esquadrón, començaron de marchar la buelta de Lorca arrimados a la sierra de Aguaderas. En este tiempo los de Lorca ya tenían noticia desta gente 30 que avía entrado en sus tierras, y don Alonso Fajardo, Alcalde de Lorca, avía escrito a Diego de Ribera, corregidor de Murcia, lo que passava, que luego viniesse con la más gente que pudiesse. El corregidor no fué perezoso, que con grande brevedad salió de Murcia con setenta cavallos y quinientos peones, toda gente de valeroso ánimo y 35 esfuerço; se juntó con la gente de Lorca, donde avía docientos cavallos y mil y quinientos peones, toda gente valerosa. También se halló con ellos Alonso de Lisón, cavallero del hábito de Santiago, que era a la sazón Castellano en el Castillo y fuerça de Aledo. Llevó consigo nueve cavallos y catorze peones, que del castillo no se pudieron sacar |