Poetas líricos de los siglos XVI y XVII: Varias observaciones sobre algunas particularidades de la poesia española. Apuntes biográficos. Pedro de Espinosa. Francisco de Trillo y Figueroa. Juan de Jáuregui. Felipe IV. Cárlos de Austria. El conde de Villamediana. Miguel Moreno. Salvador Jacinto Polo de Medina. Agustin de Salazar y Torres. Alonso de Varros. Cristóbal Perez de Herrera. Baltasar de Alcázar. Juan de Salinas. Lupercio y Bartolomé Leonardo de Argensola. Antonio Enriquez Gomez. El conde de Rebolledo. Joaquin Setanti. Juan Rufo. Antonio Mirademescua. Jerónimo de Cáncer y Velasco. Antonio de Solís y Rivadeneyra

Voorkant
Adolfo de Castro
M. Rivadeneyra, 1857

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Pagina 259 - LLEVÓ TRAS SÍ LOS PÁMPANOS OCTUBRE Llevó tras sí los pámpanos octubre, y con las grandes lluvias insolente, no sufre Ibero márgenes ni puente, mas antes los vecinos campos cubre. Moncayo, como suele, ya descubre coronada de nieve la alta frente; y el sol apenas vemos en oriente, cuando la opaca tierra nos lo encubre.
Pagina 433 - Dios os vala. Guillen Peraza quedó en la Palma, la flor marchita de la su cara. No eres Palma, eres retama, eres ciprés de triste rama, eres desdicha, desdicha mala. Tus campos rompan tristes volcanes, no vean placeres sino pesares, cubran tus flores los arenales. Guillen Peraza, Guillen Peraza, ¿do está tu escudo?, ¿do está tu lanza? Todo lo acaba la mala andanza.
Pagina 373 - Al cabo de los años mil vuelven las aguas por do solían ir, se dice comúnmente.
Pagina 89 - Y no por esto quiero inferir que no sea loable este ejercicio del traducir; porque en otras cosas peores se podría ocupar el hombre, y que menos provecho le trujesen.
Pagina 268 - ... quita del peso con que Atlante desmayara, con esto lo aligera y facilita. Los árboles, las aves, la agua clara en este verde sitio son testigos de las heroicas obras que prepara; del modo con que traza los castigos a la cerviz que huyó del yugo santo, el premio regalado a los amigos. Las aves mezclan su acordado canto entre los dulces y ásperos decretos que han de poner después al mundo espanto.
Pagina 120 - Silvia. Yo estoy perdiendo el tiempo aquí en palabras Sin acordarme, que es el día prescrito, Que habernos de ir á la ordenada caza Del encinal. Si te parece, Dafne , Me espera en tanto que en la fuente lavo El polvo, de que estoy toda cubierta Desde ayer, por seguir un presto gamo,. Que al lin pude matar.
Pagina 174 - Cavando un sepulcro un hombre, sacó, largo, corvo y grueso, entre otros muchos, un hueso que tiene cuerno por nombre. Volviólo al sepulcro al punto; y viéndolo un cortesano, dijo: «Bien hacéis, hermano; que es hueso de ese difunto.
Pagina 286 - Del sol y el mar te librarán tus plumas, Digo sin que te abrases ni te mojes.» Pasó el viejo, y un templo fundó en Cumas: Cayó el rapaz ; y con el nombre suyo Intituló sus trágicas espumas. Por esto no te admires si me excluyo Del tráfago ; y me apelo á mi...
Pagina 128 - ¡Ay joven triste y mísero! sin duda Se habrá dado la muerte ; él no parece. Bien ha tres horas que le busco, y busco En donde le dejé, y en los contornos, Sin hallarle, ni rastro de sus pasos : ¡ Ay que se ha dado muerte el miserable ! Allí delante están unos pastores, Ir quiero á ver si sabe de él alguno. Decid, amigos, ¿quién ha visto á...
Pagina 252 - Pero si alguna vez de Dios impetro La quietud que yo precio y mas deseo Que de ti, España, la corona y cetro; Si entre cuatro paredes yo me veo, Si puedo hacer con mis dineros humo Y alguna cosa lícita poseo, Yo juro de poner cuidado sumo En hacer á las musas larga enmienda Por este tiempo ocioso, que consumo.

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