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DE

AUTORES ESPAÑOLES,

DESDE LA FORMACION DEL LENGUAJE HASTA NUESTROS DIAS.

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Harvard University Lowell Memorial Library, From the Library of James Russell Lowell,

Jan. 24, 1900.

HARVARD
UNIVERSITY

LIBRARY

VARIAS OBSERVACIONES

SOBRE

ALGUNAS PARTICULARIDADES DE LA POESIA ESPAÑOLA.

1. — Del culteranismo.

EL orígen del culteranismo, cuyo apóstol, si apóstol puede llamarse, fué don Luis de Góngora, ha servido de asunto á muchísimos de nuestros eruditos para entregarse á suposiciones mas ó menos destituidas de fundamento, pero casi todas lejanas de la verdad.

Mayans, por ejemplo, engañado por las alabanzas que á sí mismo se da el autor del Panegirico funeral de doña Margarita de Austria, cree que el primer inventor del estilo culto fué fray Hortensio Félix Paravicino, cuando este no hizo otra cosa que trasladar al púlpito lo que Góngora habia introducido en la poesía.

Don Ignacio Luzan atribuye unas veces á Góngora la invencion, y otras al italiano Virgilio Malvezzi, sin notar que este escribió posteriormente. Otros afirman ser el inventor don Diego de Saavedra Fajardo, que se halla en el mismo caso; don José de Vargas Ponce cree que lo fué don Juan de Jáuregui, con su traduccion de la Farsalia, cuando consta que este la comenzó despues de ser conocidas las obras de Góngora; y por último, don Francisco Martinez Marina señala á Mariana y Cervantes como los verdaderos introductores del culteranismo, el uno con su afectado estilo, artificiosas arengas, estudiados períodos, y el otro latinizando en La Galatea, y con giros y estilos inversos y oscuros en el Pérsiles y Segismunda.

No entraré á combatir esta postrera opinion, pues las particularides del estilo de cada uno de estos dos sublimes autores nada tienen que ver con el de los cultos. Haria un agravio al buen sentido de mis lectores si insistiera mas en esto.

Tampoco pretendo analizar las probabilidades que puede tener la opinión de que Góngora se propuso ser el Séneca ó el Juan de Mena de su siglo, imitando la afectacion del estilo de entrambos ingenios, sus paisanos.

La línea de los escritores latinizantes, como Juan de Mena, el marqués de Villena y fray Juan de Padilla, el cartujano, habia sido cortada por Garcilaso y sus discípulos. La manera de trovar de aquellos era en desuso; por eso los modelos de Góngora se deben buscar desde Garcilaso hasta su tiempo, no desde Garcilaso al de don Juan el Segundo. Bien seguro es que en las poesias de Góngora no se encontrarán rastros que demuestren llevar por objeto en el estilo la imitacion de Juan de Mena.

Otra opinion moderna hay sobre el culteranismo. Ya no se trata de autores muy conocidos, sino de uno celebrado en su siglo, pero no célebre en el nuestro. Hablo de don Luis Carrillo y Sotomayor, natural de Córdoba, caballero del hábito de Santiago, comendador de la Fuente del Macstre, y cuatralvo de las galeras de España, que tuvo por padre á don Fernando Carrillo, presidente del consejo de Indias, y murió á la edad de veinte y siete años, en 1610.

Escribió muchas poesías, que, juntas con algunos trabajos en prosa, se publicaron en Madrid el año de 1613.

El estilo de don Luis Carrillo es afectado. Por esta circunstancia, y la de haber corrido con aplauso P. XVI.-II.

a

sus poesías antes que Góngora escribiese Las Soledades, algunos distinguidos eruditos modernos, no solo han creido, sino hasta han asegurado que el primero fué el inventor del culteranismo, y el segundo su imitador exagerado.

Todo cuanto se ha dicho sobre el particular está destituido de fundamento. Yo mismo, en los apuntes biográficos de Góngora (tomo primero de esta Coleccion, xxxII de la BIBLIOTECA), incurrí en el error que se proclama como verdad innegable por literatos cuya autoridad en estas materias es muy digna de respeto. Pero graves razones hay para combatir victoriosamente esta opinion. Góngora publicó el año de 1605, en Las flores de poetas ilustres de España, treinta y seis composiciones. El original del libro estaba entregado en 1603, fecha de su aprobacion, por Tomás Gracian Dantisco. Las poesías serian escritas con fecha anterior.

Pues bien; cuando Carrillo tenia diez y seis ó diez y ocho años, ya Góngora habia escrito muchas poesías, donde empezaba á usar en algunos pasajes la afectacion culterana. Véanse los siguientes:

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Estos y otros pasajes cultísimos tenia escritos Góngora, cuando Carrillo era todavía niño. Impresas las treinta y seis composiciones en endecasílabos ya citadas, corrieron con gran aplauso, y en ellas aprendió Carrillo la afectacion de lenguaje que se nota en sus obras. De modo que, en vez de imitar Góngora á aquel poeta, fué imitado por el mismo. Cualquiera que coteje los sonetos de Carrillo con los del autor de Las Soledades y El Polifemo, no podrá menos de convencerse de esta verdad.

Por otra parte, Góngora en sus últimos años no hizo mas que exagerar la afectacion del estilo que ya descubrió en las poesías publicadas en 1605. En esto se asemeja el vate cordobés á las mujeres que se pintan, que empiezan por poco; pero como cada dia se les va acostumbrando la vista al matiz que luce en sus mejillas, cada dia tambien, sin advertirlo, dan mas color, hasta que, pasado algun tiempo, lo que al principio fué belleza, se convierte en fealdad ridícula ó repugnante.

Se asegura igualmente que Góngora intentó imitar al caballero Marini; pero creo que no hay que buscar en otras literaturas el origen del culteranismo.

Góngora se propuso perfeccionar el estilo de Garcilaso, del mismo modo que lo habia pretendido Herrera.

Tomó del primero el introducir frases extranjeras para enriquecer el lenguaje poético, así como las violentas trasposiciones; pero exagerando lo hecho por Garcilaso, empezando por poco en las poesías de Las flores ilustres de Espinosa, y acabando en Las Soledades y en la Fabula de Piramo y Tisbe. Garcilaso usó de trasposiciones como estas:

-Y con voz lamentándose quejosa.

- Ya de rigor de espinas intratable.
-Los accidentes de mi mal primeros.
-Guarda del verde bosque verdadera.
-Aquella tan amada mi enemiga.

-Entre la humana puede y mortal gente.
-Como en luciente de cristal coluna.

El mismo introdujo, ó autorizó con su ejemplo, las voces latinas mortifero, consiente, meta, reciproco, mercenario, rígida nieve, fraterna, luciente, progreso futuro, lamento, umbrosa, undoso, árdua via, argento, ofusca, corusca, inerte, testa y licenciosa.

No solo imitó Góngora, exagerándolos, los aciertos y los yerros de Garcilaso en el sentido de

afectar el estilo, sino que tambien siguió en este particular las huellas de Fernando de Herrera, quien, en muchísimos de sus sonetos y en algunas de sus canciones y elegías, todo es afectacion, todo arte.

Góngora copia muchas de las frases de Herrera. Véanse algunos ejemplos:

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Italianismo que Góngora imita en las Soledades, y que hoy ya está admitido en el uso.

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Tambien copió Góngora otros modos de decir de Herrera. Crespas ondas, purpúreas rosas, tiempo cano, oro ardiente, planta voladora, y otras frases se leen en las poesías de ambos.

Evidentemente este fué el origen del culteranismo en Góngora: perfeccionar el lenguaje poético de Garcilaso, de cuyas poesias constantemente se muestra el cisne cordobés apasionadísimo. Siempre he profesado la opinion de que Góngora sin Herrera jamás llegara á ser el Góngora del Polifemo y de Las Soledades.

Por otra parte, nada hay mas culto, nada mas gongorino (si se permite la frase), que muchas de las poesías amorosas del divino Herrera.

Como muestras, sírvan los dos cuartetos siguientes:

Luz, en cuyo esplendor el alto coro

Con vibrante furor está apurado

De dulces rayos bello ardor sagrado,
Do enriqueció Eufrosina su tesoro.

Ondoso cerco que purpura el oro,

De esmeraldas y perlas esmaltado,

Y en sortijas lucientes encrespado,
Al que me inclino humilde, alegre adoro.

Quien escribió así, y quien dió frases que imitar á Góngora, en él, y no en otro, aprendió este el culteranismo.

Nuestros literatos hoy atribuyen esto á don Luis Carrillo; pero, despues de haber probado que Góngora era afectado ya cuando aquel contaba pocos años, ¿cabe en lo posible que un genio como el de nuestro poeta tuviese celos de los ensayos poéticos de un niño, y que lo imitase, cuando no podia aun ser conocido?

Como una prueba concluyente de esta verdad, baste decir que Espinel, en su poema La Casa de la Memoria, publicado con sus Rimas en 1591, no solo elogia á Góngora por su imitacion de los latinos, sino que tambien lo excita á no limitar su ingenio á lo hecho; esto despues de haber elogiado dignamente sus versos festivos.

Ya que la propiedad antigua imitas,
Tierno pimpollo, en verso regalado,
Y en la materna lengua resucitas

Del latino el concepto mas cendrado,

Extiende el claro ingenio, que limitas
De tu pesquera á descubrir el vado;
Que hallarás en tu apacible puerto
Un caudaloso Nilo descubierto.

Con efecto, Góngora, en la afectacion que comenzó á ostentar en sus poesías graves, halló imitadores. La escuela poética granadina, con mas vivacidad de ingenio que la sevillana, produjo poetas notabilísimos, como se prueba de Las flores ilustres de España. Pues bien; muchísimos de ellos son secuaces de Góngora; no del Góngora de Las Soledades y El Polifemo, sino del de las canciones y de los sonetos, no escritos todavía en el estilo tenebroso de ambos poemas,

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