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ciones más graves. El subsecretario parecía considerar esta idea digna de tomarse en cuenta, porque contestó que este plan sería distinto de la conferencia propuesta por usted.

El Embajador ruso, al regresar hoy, participó al Gobierno Imperial que Rusia está movilizando en cuatro distritos del sur.

Número 77

Sir Edward Gray a Sir E. Goschen

(Telegrama)

LONDRES, Ministerio de Relaciones Exteriores,

29 de julio de 1914.

Agradezco vivamente las amables frases empleadas por el Canciller, comunicadas en el telegrama de usted de hoy.28 Su Excelencia puede confiar en que este Gobierno, de la misma manera que ha procedido. en ocasiones anteriores, seguirá esforzándose para mantener la paz y evitar la calamidad que todos tememos. Si Su Excelencia puede inducir a Austria-Hungría a dejar satisfecha a Rusia y al mismo tiempo a librarse de un choque con ella, todos los uniremos para expresarle nuestro hondo agradecimiento por haber conservado la paz de Europa.

Número 78

Sir G. Buchanan a Sir Edward Grey

(Telegrama.-Recibido el 29 de julio)

SAN PETERSBURGO, 29 de julio de 1914.

Hoy decretóse la movilización parcial.

De acuerdo con las instrucciones de usted, comuniqué al Ministro de Relaciones Exteriores en esencia el telegrama de usted de 28 del actual a Berlín,29 participándole confidencialmente las observaciones relativas a movilización que el Ministro de Relaciones Exteriores de

28 Véase doc. núm. 75. 29 Véase doc. núm. 67.

Alemania hizo al Embajador de la Gran Bretaña en Berlín. Su Excelencia ya tenía conocimiento de ello por otras fuentes. Explicó que la movilización sería dirigida solamente contra Austria-Hungría. El Gobierno austro-húngaro se ha negado ya definitivamente al intercambio directo de notas entre Viena y San Petersburgo. El Ministro de Relaciones Exteriores dijo que había propuesto dicho intercambio por consejos del Embajador alemán. Al dar cuenta al Embajador alemán de la negativa de Austria-Hungría, se proponía instarle a que prestara nuevamente su atención al proyecto de usted de celebrar una conferencia de cuatro Embajadores, o de verificar, cuando menos, un cambio de impresiones entre los tres Embajadores menos directamente interesados, con el concurso de usted y del Embajador austro-húngaro, si usted lo juzgara prudente. Cualquier arreglo que mereciera la aprobación de Francia e Inglaterra le sería aceptable, y no tendría empeño especial en la forma que revistieran estas pláticas. No debería perderse más tiempo, puesto que la única manera de evitar la guerra estriba en que usted, por medio de entrevistas con los Embajadores ya sea colectiva o individualmente, formulara algún proyecto que Austria-Hungría pudiera ser inducida a aceptar. El Gobierno ruso, desde un principio y por todo tiempo, había observado una actitud enteramente llana y conciliadora, y no había omitido esfuerzo alguno para la conservación de la paz. Si fracasasen los esfuerzos en este sentido, esperaba que la opinión pública en la Gran Bretaña se diera cuenta de que no era culpable el Gobierno ruso.

Interroguéle si tenía alguna objeción que hacer para que no se pusiera en práctica la indicación contenida en el telegrama de 27 de julio procedente de Roma,30 del que le había informado. Respondióme que aceptaría cualquier acuerdo a que llegaran las cuatro potencias, siempre que fuera aceptable a Servia; y que no podía aparecer más partidario de Servia que Servia misma. Observó, sin embargo, que se necesitaría hacer alguna declaración o explicaciones complementarias para atenuar la aspereza del ultimátum.

El Ministro de Relaciones Exteriores indicó que el proyecto mencionado en el telegrama de usted de 28 del actual,1 era de importancia secundaria. Habiéndose alterado el cariz de la situación, no lo con

30 Véase doc. núm. 57.

31 Véase doc. núm. 69.

sideraba ya de mucho peso. Por otra parte, el Embajador alemán había informado a Su Excelencia, según éste me manifestó, que su Gobierno seguía ejerciendo su influencia amistosa en Viena. Temo que si el Embajador alemán emplea con su propio Gobierno el mismo lenguaje que usó en la conversación que tuvo conmigo hoy, no será un elemento armónico para la resolución del asunto. Acusó al Gobierno ruso de poner en peligro la paz de Europa a causa de su movilización; mas cuando hice referencia a todo lo que Austria-Hungría había hecho recientemente me contestó que no podía discutir esos puntos. Le llamé la atención hacia el hecho de que los cónsules austro-húngaros habían avisado a sus conciudadanos, que tienen obligación de prestar servicios militares, que se incorporaran a sus respectivos regimientos, pues Austria-Hungría había movilizado ya en parte y había declarado la guerra a Servia. Por lo que había acontecido durante la crisis de los Balkanes, Austria-Hungría sabía que Rusia no pasaría por esto sin sentirse humillada. ¿Acaso la movilización de Rusia no demostraba que había tomado el asunto seriamente? AustriaHungría se habría valido del deseo de Rusia de conservar la paz y habría creído poder llegar a cualquier extremo. El Ministro de Relaciones Exteriores me dió a entender que Rusia no precipitaría la guerra atravesando la frontera inmediatamente, y que de todos modos transcurriría una semana o más, antes de que la movilización estuviera terminada. Era necesario, entretanto, trabajar al unísono, a fin de encontrar una salida de esta peligrosa situación.

Número 79

Sir M. de Bunsen a Sir Edward Grey

(Telegrama.—Recibido el 29 de julio)

VIENA, 29 de julio de 1914.

No podemos dar en el actual estado de cosas ningún paso provechoso para detener la guerra con Servia, a la que ha quedado completamente comprometido el Gobierno austro-húngaro, en vista del manifiesto del Emperador al pueblo, publicado esta mañana, y ante la declaración de guerra. Los Embajadores francés e italiano convienen en esta opinión. Si el Gobierno austro-húngaro trocara en compromiso

formal contraído con Europa la declaración que ha hecho en San Petersburgo de que no es su propósito menguar la independencia de Servia ni adueñarse de su territorio, el Embajador italiano es de opinión de que tal vez se podría inducir a Rusia a que permaneciese inactiva. Sin embargo, el Embajador italiano está convencido de que el Gobierno austro-húngaro se negará a ello.

Número 80

Sir R. Rodd a Sir Edward Grey

(Telegrama.-Recibido el 29 de julio)

ROMA, 29 de julio de 1914.

En el telegrama de usted de 27 del actual a Berlín,32 se me anunció que el Embajador alemán había aceptado en principio el proyecto de celebrar una conferencia. Esta información está en contradicción con el telegrama de Berlín de 27 del actual. 33

Por informes recibidos por el Gobierno italiano procedentes de Berlín, se sabe que el modo de pensar del Gobierno alemán está fielmente representado en el telegrama de Sir E. Goschen de 27 de julio; la dificultad consiste más bien en la "conferencia" que en el principio, según opinión del Ministro de Relaciones Exteriores. Éste se propone enviar un telegrama esta noche a Berlín instando sea acogida la idea de un intercambio de opiniones que deberá celebrarse en Londres. Sugiere, a la vez, que el Ministro de Relaciones Exteriores de Alemania presente una fórmula aceptable a Su Gobierno. El Ministro de Relaciones Exteriores de este país juzga que este intercambio de opiniones servirá para dejar abierto el camino, en caso de que fracase el cambio directo de notas entre Viena y San Petersburgo. Considera, asimismo, que ese cambio de opiniones podrá tal vez hacerse al mismo tiempo que las comunicaciones directas entre ambos Gobiernos de que se ha hablado.

El Gobierno alemán ha sido también informado de que la opinión pública aquí no perdonaría al Gobierno alemán si éste no agotara sus

32 Véase doc. núm. 46. 33 Véase doc. núm. 43.

esfuerzos para evitar la guerra. Insiste en que el Gobierno alemán debe cooperar a este fin.

Añadió que parecía difícil convencer a Alemania de que Rusia tomaba el asunto muy en serio. Con motivo, sin embargo, del vivo deseo que Alemania abriga para conservar buenas relaciones con nuestro país, juzgaba que causaría buen efecto la convicción de que la Gran Bretaña se uniría a Rusia y Francia.

Aún cuando resultare infructuoso inducir a Alemania a tomar parte en estas negociaciones aconsejaría que Inglaterra e Italia, como si cada una de ellas representara un grupo, continuarán cambiándose impresiones.

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Me es imposible iniciar ninguna discusión con los Embajadores en ésta, pues sé, por conducto del Ministro de Relaciones Exteriores de Austria-Hungría, que su país no aceptaría ninguna que tuviese por base la respuesta servia; además, por todos los informes que me han llegado de Berlín y Viena, deduzco que Austria-Hungría no aceptará en su controversia con Servia ninguna forma de mediación por parte de las potencias. El Ministro de Relaciones Exteriores de Italia, deberá, pues, dirigirse a Berlín y Viena. Recibiré con gusto la noticia de que cualquier indicación que él haga en ese sentido obtenga buena acogida.

Número 82

Mr. Beaumont a Sir Edward Grey

(Telegrama.-Recibido el 29 de julio)

CONSTANTINOPLA, 29 de julio de 1914.

Tengo entendido que los propósitos de Austria-Hungría se extenderán tal vez más allá del "Sanjak" (comarca turca) y de la ocupa

34 Véase doc. núm. 64.

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