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había presentado fué rechazada. Aceptó el proyecto para celebrar una conferencia compuesta de cuatro potencias, el de la mediación por la Gran Bretaña e Italia y el cambio directo de notas entre AustriaHungría y Rusia; pero Alemania y Austria-Hungría o habían hecho ineficaces estas tentativas de paz dando respuestas evasivas, o las habían rechazado por completo. La acción del Gobierno austrohúngaro y los preparativos alemanes habían obligado al Gobierno ruso a decretar la movilización, llegándose a crear una situación desesperada con motivo de la movilización de Alemania.

Agregó M. Sazonof que la fórmula, texto de la cual se asienta en mi telegrama de 31 de julio,55 había sido transmitida a Viena por el Gobierno ruso, y que todavía se adheriría a ella si usted pudiera conseguir su aceptación, antes de que la frontera fuera de hecho atravesada por tropas alemanas. Rusia no sería, por ningún motivo, la primera en comenzar hostilidades.

No veo factible en las actuales circunstancias el prevenir una guerra general, a menos que Francia y Alemania consientan en tener sus ejércitos movilizados en sus respectivos lados de la frontera, de la misma manera en que Rusia ha indicado su disposición de hacerlo, en tanto se realice el último esfuerzo para dejar arreglada la crisis actual.

Número 140

Sir F. Bertie a Sir Edward Grey

(Telegrama.—Recibido el 1.o de agosto)

PARÍS, 1.o de agosto de 1914.

El Ministro de la Guerra nuevamente mandó citar al Agregado Militar esta noche, manifestando que era su deseo tenerlo al tanto de la situación. Acentuóle el hecho de que la zona de diez kilómetros que ha ordenado se establezca entre las tropas francesas y la frontera alemana, y aún ocupada por campesinos, patentiza los esfuerzos de Francia para no cometer ningún acto de hostilidad.

55 Véase doc. núm. 120.

Número 141

Sir M. de Bunsen a Sir Edward Grey

(Telegrama.-Recibido el 2 de agosto)

VIENA, 1.° de agosto de 1914.

Mañana me recibirá el Ministro de Relaciones Exteriores, estando citados para esta tarde los Embajadores de Francia y Rusia. Este último me acaba de comunicar el ultimátum de Alemania, en el que se exige que Rusia retire su Decreto de movilización dentro de un plazo de doce horas. Al ser interrogado por el Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia si la inevitable negativa de Rusia de ceder ante esta brusca demanda, significaba la guerra, el Embajador alemán contestó que Alemania se vería obligada a movilizar, si Rusia no accedía a su demanda.

El Embajador ruso en Viena opina que la guerra es casi inevitable, y que la movilización es demasiado costosa para sostenerla por largo tiempo. Alemania atacará a Rusia inmediatamente. Explica que la llamada movilización de Rusia no significa otra cosa sino que ésta había tomado medidas militares correspondientes a las emprendidas por Alemania. Parece que la tirantez de relaciones entre Alemania y Rusia es mayor de la que reina entre Austria-Hungría y Rusia. En opinión del Embajador ruso, su Gobierno aún en los actuales momentos quedaría satisfecho con la seguridad de que se respetará la integridad e independencia de Servia, y manifiesta que Rusia no abriga ningún propósito de atacar a Austria-Hungría. Se propone hacer ver nuevamente hoy al Ministro de Relaciones Exteriores que el rehusar hacer esta pequeña concesión entrañará las más terribles consecuencias. En esta ocasión, Rusia combatirá hasta el último extremo. Comparto el juicio de Su Excelencia de que el Embajador alemán en Viena deseaba la guerra desde un principio, y que sus pasiones personales probablemente influían sobre sus gestiones. El Embajador ruso tiene la convicción de que el Gobierno alemán también desde un principio deseaba la guerra.

Se propone el Embajador francés hablar firmemente hoy al Ministro de Relaciones Exteriores sobre el inminente peligro que encierra la situación, y preguntarle si se está prestando atención a proyectos, cualquiera que sea su procedencia, que sirvan como base para una mediación. Existe gran ansiedad por conocer la actitud que asumirá Ingla

terra. Temo que la resolución del Gobierno austro-húngaro de seguir la línea de conducta que actualmente observa, no podrá ser alterada, si esta resolución ha sido tomada con la aprobación de Alemania.

Número 142

Sir E. Goschen a Sir Edward Grey

(Telegrama.—Recibido el 2 de agosto)

BERLÍN, 1.o de agosto de 1914.

Se ha publicado un decreto de movilización general de la armada y del ejército a partir del día 2 de agosto.

Número 143

Sir E. Goschen a Sir Edward Grey

(Telegrama.-Recibido el 2 de agosto)

BERLÍN, 1.o de agosto de 1914.

Asunto: Detención de buques mercantes en Hamburgo.

He cumplido las instrucciones contenidas en el telegrama de usted de 1.o de agosto.56

El Ministro de Relaciones Exteriores manifestó la mayor pena y sorpresa por esta noticia y me prometió ordenar inmediatamente que se permitiera la salida de los buques, sin demora alguna.

Número 144

Sir E. Goschen a Sir Edward Grey

(Telegrama.-Recibido el 2 de agosto)

BERLÍN, 2 de agosto de 1914.

El Ministro de Relaciones Exteriores acaba de comunicarme que debido a que ciertas tropas rusas han cruzado la frontera, Alemania y Rusia se encuentran actualmente en estado de guerra.

56 Véase doc. núm. 130.

Número 145

Sir E. Goschen a Sir Edward Grey

(Telegrama.-Recibido el 2 de agosto)

BERLÍN, 2 de agosto de 1914.

Refiérome a mi telegrama de 1.o del actual.57

Infórmame el Ministro de Relaciones Exteriores que anoche se dieron órdenes para permitir la salida de buques detenidos en Hamburgo. Agrega que esto deberá considerarse como un favor especial al Gobierno de Su Majestad, puesto que no se ha permitido la salida de ningún otro buque extranjero. Debíase la detención a que se estaban colocando minas y tomándose otras medidas.

Número 146

Sir F. Villiers a Sir Edward Grey

(Telegrama.-Recibido el 2 de agosto)

BRUSELAS, 2 de agosto de 1914.

El Gobierno belga ha recibido confirmación oficial de la noticia de que una fuerza alemana ha penetrado al Gran Ducado de Luxemburgo.

Número 147

El Ministro de Relaciones Exteriores de Luxemburgo a Sir

Edward Grey

(Telegrama.-Recibido el 2 de agosto)

(Traducción)

LUXEMBURGO, 2 de agosto de 1914.

Tengo la honra de poner en conocimiento de Su Excelencia los siguientes hechos:

El Domingo 2 de agosto en las primeras horas de la mañana, de acuerdo con los informes que hasta este momento han llegado al Go

57 Véase doc. núm. 143.

bierno del Gran Ducado, las tropas alemanas penetraron al territorio de Luxemburgo por los puentes de Wasserbillig y Remich, dirigiéndose principalmente hacia el Sur y en dirección a Luxemburgo, capital del Gran Ducado de este nombre. Se ha enviado cierto número de trenes armados conteniendo tropas y municiones a lo largo de la vía férrea desde Wasserbillig hasta Luxemburgo, en donde es esperada su llegada. Estos acontecimientos constituyen actos que claramente violan la neutralidad del Gran Ducado, garantizada por el Tratado de Londres de 1867. El Gobierno de Luxemburgo no ha dejado de dirigir una protesta enérgica a los representantes de Su Majestad el Emperador de Alemania en Luxemburgo, con motivo de este acto hostil. Una protesta de igual tenor será enviada, por la vía telegráfica, al Ministro de Negocios Extranjeros en Berlín.

Número 148

Sir Edward Grey a Sir F. Bertie

(Telegrama)

LONDRES, Ministerio de Relaciones Exteriores,

2 de agosto de 1914.

Al salir de la reunión del Gabinete celebrada esta mañana, entregué a M. Cambon el siguiente memorándum :

Estoy autorizado para asegurar al Gobierno francés que si la flota alemana entra por el Canal de la Mancha o por el Mar del Norte con el objeto de emprender operaciones hostiles contra las costas francesas o contra sus buques mercantes, la armada británica proporcionará toda la protección de que es capaz. Debe entenderse que esta seguridad queda sujeta a que el Parlamento apruebe la política del Gobierno de Su Majestad, y no deberá considerarse en el sentido de obligar al Gobierno de Su Majestad a tomar ninguna medida hasta que no se haya verificado la contingencia supuesta de una acción por parte de la flota alemana.

Hice ver a M. Cambon que tendríamos que pesar cuestiones muy transcendentales y problemas sumamente arduos, y que el Gobierno juzgaba que no podría comprometerse a declarar la guerra a Alemania necesariamente en caso de que mañana estallara la guerra entre Francia

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