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nes que los indios en su lengua les dan.-Yo el Rey.— Refrendada y señalada de los dichos.

El Rey.-Ioan Conberger, impresor, que residís en la ciudad de de Sevilla: en el nuestro Consejo de las indias. se ha visto un libro que enviástes llamado Cartilla y Doctrina Cristiana, escrito en lengua de los indios de Mechuacan; y porque acatando Dios nuestro Señor será servido de que el dicho libro se imprima para que gocen del fruto de él los dichos indios de Mechuacan: envío á mandar á mandar á los nustros oficiales que residen en esa ciudad, en la Casa de la Contracion de las Indias, que lo hagan imprimir: por ende yo vos mando que luego que esta mi cédula vos fuere notificada, imprimais los volúmenes del dicho libro que nuestros oficiales os dijeren, y ansi imprimidos, todos, sin que quede ninguno en vuestro poder, los entregad á los dichos nuestros oficiales para que ellos los envien al nuestro Presidente é Oidores, con una cédula que se les envia para que las hagan examinar, y si fueren tales que se deben usar de ellos, las haga tasar, y no imprimireis otros hasta que aquellas sean aprobadas; y esto habeis de hacer por cuanto nos lo enviástes á suplicar, sin llevar por ello al presente cosa alguna. Fecha en la villa de Valladolid á veinte y dos dias del mes de Setiembre de mil é quinientos y treinta y ocho años.-Yo el Rey. -Refrendada y señalada de los dichos. (*.)

(Copiu debida á la bontad del Sr. Dn. Jonquin García Icazbaleet 1.)

(*) Si se haya impreso ó no esta o'ra, ya en España ó México, no es posible ni sospecharlo.-N. LEON.

LAS YACATAS

DE TZINTZUNTZAN.

En la ciudad de Tzintzuntzan, capital del Reino Tarasco en la epoca de la conquista, y frente á el convento é iglesia de los PP. Franciscanos; á una regular distancia y rumbo al oriente se miran unos grandes promontorios de piedra ó montículos que los indígenas del pueblo llaman en la lengua de Mechuacan Yacatas. Son estas en número de cinco y se extienden en línea recta de N. á S. estando construidas sobre una pequeña eminencia, que es el declive de uno de tantos cerros por los cuales Tzintzuntzan se encuentra circuida.

Cuenta la tradición que estas yácatas eran el palacio de los reyes tarascos, que comunicaban por camino subterráneo con las de idéntica naturaleza que se ven en Ihuatzio, en la llamada "Plaza de armas," y es lugar que dista de Tzintzuntzan, algo mas de seis leguas. Dicese tambien que las yácatas de Tzintzuntzan tienen una entrada ó puerta, que algunos ponen en la yácata misma y otros en el sitio ocupado por una pileta y situado frente al hospital de los indios, que está á poca distancia del convento de Franciscanos. Se asegura igualmente que los indios, despues de la

ANALES.-9.

ESTAS SON YACATAS

Fig1aY LUGAR AL

PARECER

DE
SACRIFICIO

YRE CHEQUARO.

Fig20%

Fig 3 a

muerte del infortunado Caltzontzin, habian cubierto con piedra las mencionadas yácatas ó palacios.

Entre los escritores de cosas de Mechuacan y principalmente en Beaumont, leemos que no ha sido posible presisar el sitio de los reales palacios y en los mapas ó pinturas indígenas que asegura haber recibido del indio Cuin, se ven señaladas las dichas yácatas con su forma propia. En el mapa tercero, que trata de como "traen los indios comida para los españoles y se muestran las yácatas y osarios," están estas tal como se ven en la figura núm. 1 del adjunto grabado con la inscripción que nos dice: "estas son yácatas y lugar al parecer de sacrificios:" en el mapa quinto que es donde se figura á los indios representando al Sr. Quiroga en contra de la traslación de la Sede episcopal á Pátzcuaro, frontero á el convento é iglesia de Franciscanos, miramos las cinco. yácatas, algo distintas en su dibujo y construcción á las del mapa tercero y con esta inscripción, en tarasco, Irechéquaro, que significa Palacios: (Fig. 2a) en el mapa sexto, están tambien las yácatas, ocupando el mismo rumbo y posición en número de cuatro solamente y con dirección hacia el cerro de Carichuato; este mismo mapa trae señalado el sitio de la "Plaza de armas," en el pueblo de Ihuatzio y en el cerro de Yahuareto se miran tres yácatas con esta inscripción: "Yacatas del Rey. Estas, mas las cuatro del mismo plano y las del tercero, son de idéntica figura.

De todo lo dicho se palpa que las mismas pinturas indias se contradicen.

Beaumont hablando de cual haya sido el lugar de los reales sitios nos dice: "Respecto á las ruinas del pala"cio de los reyes tarascos, segun la inspección que hi"ce poco ha de estas curiosidades, debo decir que, al "Oriente de esta ciudad de Tzintzuntzan en la falda de un "cerro llamado Iaguareto, á cien pasos de la población, "se perciben en la superficie de la tierra unos cimientos subterráneos que tendran de N. á S. 150 pasos y

"de O. al P. 50 pasos, en que hay tradición asentada, "estar oculto el palacio de los reyes antiguos. En el "centro de estos cimientos hay cinco cerrillos ó cuici"llos, que llaman las Yácatas, de piedra laja, hechos á "mano, en que regularmente no falta un indio como de "custodia y los indios aun en el dia no permiten desen"terrar estos cimientos." "Hubo un clerigo indio, llama"do Domingo Reyes Corral, a quien obedecian los in"dios, y este se puso de propósito a desenterrar las Yá"catas, y en un pedazo que cavó como de 8 varas sacó "mucha piedra labrada; murió, y los indios luego tapa"ron el hoyo, y no han consentido que otro alguno allí "Icavara."

Los cinco cerrillos o cuicillos de que habla el P. existen aun y uno de ellos, el tercero, contando de Sur á Norte ó de derecha á izquierda, fué casi del todo demolido en 1852 por el Cura D. Ignacio Traspeña, que pretendió encontrar dentro de el grandes tesoros. El segundo es el que el súbdito inglés, Mr. Charles Harford ha excavado há poco en una de sus caras, mediante permiso del Gobierno del Estado y pretendiendo encontrar una puerta que diera ingreso al centro de la Yácata, lugar en donde habría un gran salon con fabulosas riquezas, é inmediato á el el camino subterráneo para Ihuatzio. El resultado de sus investigaciones y trabajos ha sido este: Habiendo levantado toda la piedra y tierra que cubria la yácata segunda (Fig. 3a.) descubrió la parte de ella señalada en el plano del adjunto grabado con linea negra. Es ella la parte lateral del monumento y algo de la muralla que une una yácata con otra. Sobre toda la superficie hay escalones cuya altura es de un metro y relativamente al tamaño muy angostos, dando apenas lugar á poner sobre ellos la planta del pié. La elevación de las paredes es de doce metros en la pirámide y once en la muralla. Están formadas por fragmentos de piedra laja superpuesta y sin cimento. alguno. Toda la superficie del monumento estaba cu

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