D. SANTIAGO RAMÓN Y CAJAL Nuestra Revista tiene a honor publicar el retrato del sabio insigne, premiado tantas veces por Corporaciones nacionales y extrajeras (en 1906 obtuvo el premio Nobel de Medicina), doctor honoris causa de las más importantes Universidades del extranjero, honrado con multitud de tí tulos y cargos honoríficos. Miscelánea. Bibliografía marroquí. La nueva revista Hespéris, Archives berbères et Bulletin de l'Institut des Hautes Études Marocaines (Paris, Emile Larose, éd.) publica en el núm. 4 del año I (1921) una Bibliografia ma roquí: Obras aparecidas en 1921, en que se incluyen todas las obras, opúsculos y articulos publicados en dicho año, clasificados metódicamente (Bibliografia, Geografia, Antropologia, Arqueologia, Lingüistica, etc.). Bibliografía de la Argentina y del Pa raguay. El Sr. Narciso Binayán, de la Hispanic Society of America, que en 1919 y en el núm. 143 de la Revista de la Universidad de Buenos Aires publicó una Bibliografia de bibliografías argentinas, comprendiendo las paleo-bibliografias, las bibliografias modernas, las monobibliografías, los catálogos de bibliotecas, los repertorios de publicaciones periódicas, indices de revistas y periódicos bibliográficos, ha publicado recientemente una Bibliografía de bibliografías paraguayas, en la serie Humanidades: Publicación de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, dirigida por Ricardo Levene. (Universidad Nacional de La Plata. La Plata, 1922, tomo III.) Trabaja el autor en la confección de bibliografías análogas de los restantes Estados de la América española. Proyecto de un Catálogo general de la librería española. La necesidad de este instrumento bibliográfico para los dedicados al comercio del libro y para los que por cualquier motivo necesitan servirse de él es evidente, y ha aparecido como tal desde el primer momento a todos los que intervienen en la confección de esta BIBLIOGRAFÍA. Todas las naciones poseen uno o varios de estos Repertorios de libreria, ordenados por autores y por materias, y confiamos en que España tendrá también el suyo. La reunión de los materiales necesarios es ardua, pero esperamos tener la ayuda de todos los editores y libreros. Se estudia con el mayor interés el plan que ha de seguirse para la confección de este Catálogo. I Modesta y silenciosamente se ha deslizado la vida larga y provechosa de este hombre que tanto influyó en nuestra cultura. Tan silenciosa y modesta, que ningún diccionario biográfico, ni enciclopodia, ni historia especial ha recogido su nombre, entre tantos insignificantes como pululan en las modernas compilaciones y revistas de todo género (1). Sin embargo, los finos conocedores de la historia de nuestras letras saben bien cuánto poder, cuánta fuerza renovadora representa aquel editor, impresor y librero, que pudo (1) Sólo en el último número de El Artista, de 1836, se publicaron algunas noticias biográficas suministradas al autor, que se firma con tres ***, por D. Indalecio de Sancha (nieto de D. Antonio), en cuya casa se tiraba el periódico. Pero estas breves noticias cayeron en el vacío, pues no pasaron a ningún libro, que sepamos, donde quedasen ya consignadas e incluídas en la circulación científica. acometer las más audaces empresas en pro de nuestro adelanto intelectual, casi todas acertadas y casi todas felices en sus resultados. Semejante a esos mansos arroyos que, como escondidos bajo tierra, siguen su apacible curso y no revelan su existencia y energía creadora sino por la vegetación frondosa y lozana que crece a uno y otro lado de su cauce, así D. Antonio de Sancha, encerrado en su oficina editorial y tipográfica, hacía brotar con sus publicaciones, en el vergel de nuestra literatura, flores preciosas de erudición y de crítica, en las cuales la utilidad científica y el arte bello se daban amorosa y dulcemente la mano. Cierto que esta gloria debe ser compartida igualmente entre los hombres sabios que le ayudaron, aconsejaron y dirigieron sus obras; pero esto no amengua su mérito, pues justamente en la ejecución es donde fracasan y se malogran los mejores proyectos. Sancha com prendía los que sus consejeros le sugerían; |