Leves vuelan cenizas desdichadas; Este despedazado anfiteatro, De su desierta arena El gran pueblo no suena? ¿Dónde pues, fieras, ¡ay! está el desnudo Y miran tan confusos lo presente, Aquí nació aquel rayo de la guerra, Gran padre de la patria, honor de España, Rodaron de marfil y oro las cunas. Y aun las piedras que de ellos se escribieron. Así á Troya figuro, Asi á su antiguo muro, Y á tí, Roma, á quien queda el nombre apenas, ¡Oh patria de los dioses y los reyes! Y á tí, á quien no valieron justas leyes, Mas ¿para qué la mente se derrama Que refiere admirada Que en la noche callada Una voz triste se oye, que, llorando, Permiteme pladosa, En pago de mi llanto, De Geroncio, tu mártir y prelado; ¡Ay, despoblada y de conceptos llena, Itálica hermosa, Que los que comunicas lastimosa Cayó Itálica dice, y lastimosa, Usura á tierno llanto, De Geroncio, tu mártir y prelado. De todo el bien que airado quitó el cielo. EPISTOLA MORAL (24). Sobre la vida del filósofo. Fabio, las esperanzas cortesanas Prisiones son do el ambicioso muere Y donde al mas astuto nacen canas (25). El que no las limare ó las rompiere (28), Ni el nombre de varon ha merecido, Ni subir al honor que pretendiere. El ánimo plebeyo y abatido Elija, en sus intentos temeroso, Primero estar suspenso que caido; Que el corazon entero y generoso Al caso adverso inclinará la frente Antes que la rodilla al poderoso. Mas triunfos, mas coronas dió al prudente Que supo retirarse la fortuna, Que al que esperó obstinada y locamente. Esta invasion terrible é importuna (27) De contrarios sucesos nos espera Desde el primer sollozo de la cuna (28). Dejémosla pasar como á la fiera Corriente del gran Bétis, cuando airado Dilata hasta los montes su ribera. Aquel entre los héroes es contado Peculio propio es ya de la privanza, Vén y reposa en el materno seno (23) Los modernos colectores de poesías acostumbran suprimir esta última estancia por creerla indigna de RIOJA. Es verdad que este ingenio anduvo en ella mas cristiano que poeta. (24) Sedano puso esta epístola en el tomo primero de El Parnaso español como obra de Bartolomé Leonardo de Argensola. (25) Asi Sedano; Fernandez, Marchena y otros leen : Y donde al mas activo nacen canas. (26) Y el que no las limare ó las rompiere.-Texto de Sedano. (27) Esta invasion prolija é importuna.-Id. (28) Desde el primer sollozo hasta la cuna.-Id. Busca el piloto el eminente faro; Que si acortas y ciñes tu deseo, Dirás: «Lo que desprecio he conseguido; Que la opinion vulgar es devaneo. Mas precia el ruiseñor su pobre nido (29) Triste de aquel que vive destinado Iguala con la vida el pensamiento, De nuestra antigua Itálica, y ¿qué esperas (30), Las enseñas grecianas, las banderas Del senado y romana monarquia Murieron, y pasaron sus carreras (31). ¿Qué es nuestra vida mas que un breve dia (32) Do apena sale el sol cuando se pierde En las tinieblas de la noche fria? ¿Qué mas que el heno, á la mañana verde, Seco á la tarde? ¡Oh ciego desvario! ¿Será que de este sueño me recuerde (33)? ¿Será que pueda ver que me desvio De la vida viviendo, y que está unida La cauta muerte al simple vivir mio? Como los rios, que en veloz corrida (34) Se llevan á la mar, tal soy llevado Al último suspiro de mi vida. De la pasada edad ¿qué me ha quedado? O¿qué tengo yo, á dicha, en la que espero, Sin ninguna noticia de mi hado? ¡Oh, si acabase, viendo cómo muero, De aprender á morir antes que llegue Aquel forzoso término postrero; Antes que aquesta mies inútil siegue Las hojas que en las altas selvas vimos Para medir el orbe de la tierra Y el cerco donde el sol siempre camina? ¡Oh, quien así lo entiende, cuánto yerra! (29) Mas quiere el ruiseñor su pobre nido -Texto de Sedano. (30) Así el texto de Marchena; Sedano dice: Casi no tienes ni una sombra vana Don Ramon Fernandez lee: Casi no tienes ni una sombra vana De nuestra antigua Itálica, ¿y esperas? (31) Murieron acabando sus carreras.-Texto de Sedano. ¿Será que de este sueño se recuerde? (34) Como los rios en veloz corrida.-Texto de Sedano. Esta nuestra porcion, alta y diviua, A mayores acciones es llamada Y en mas nobles objetos se termina. Así aquella que al hombre solo es dada (3), Sacra razon y pura, me despierta, De esplendor y de rayos coronada; Y en la fria region dura y desierta De aqueste pecho enciende nueva llama (39), Y la luz vuelve á arder que estaba muerta. Quiero, Fabio, seguir á quien me llama, Y callado pasar entre la gente, Que no afecto á los nombres ni la fama (40). El soberbio tirano del Oriente, Que maciza las torres de cien codos Del cándido metal puro y luciente, Apenas puede ya comprar los modos Del pecar; la virtud es mas barata, Ella consigo misma ruega á todos. ¡Pobre de aquel que corre y se dilata (11) Por cuantos son los climas y los mares, Perseguidor del oro y de la plata! Un angulo me basta entre mis lares (12), Un libro y un amigo, un sueño breve, Que no perturben deudas ni pesares. Esto tan solamente es cuanto debe Naturaleza al simple y al discreto (43), Y algun manjar comun, honesto y leve. No, porque asi te escribo, hagas conceto Que pongo la virtud en ejercicio (44); Que aun esto fué dificil à Epiteto. Basta al que empieza aborrecer el vicio (45), Y el ánimo enseñar á ser modesto; Despues le será el cielo mas propicio. Despreciar el deleite no es supuesto Mas no podrás negarme cuán forzoso No sazona la fruta en un momento Flor la vimos primero hermosa y pura, Tal la humana prudencia es bien que mida No quiera Dios que imite estos varones Esos inmundos trágicos, atentos (38) Así aquella que á solo el hombre es dado.-Terto de S dano. (39) De aqueste pecho enciende viva llama.-Id. (40) Que no afecto los nombres ni la fama.-Textos de Sed Fernandez y otros. (41) Misero aquel que corre y se dilata!-Texto de Sedano. (42) Un ángulo me falta entre mis lares.-Id. (43) Fernandez, Marchena y otros leen : (45) Naturaleza al parco y al discreto. (44) Que pongo la verdad en ejercicio.-Texto de Sedano. Ni quiera Dios que imite estos varones (49) ¡Qué gårrula y sonante por las cañas! (49); Quiero imitar al pueblo en el vestido, Una mediana vida yo posea, En el plebeyo barro mal tostado Hubo ya quien bebió tan ambicioso Como en el vaso Murino preciado; Y alguno tan ilustre y generoso, Que usó, como si fuera plata neta, De cristal transparente y luminoso. Sin la templanza ¿viste tú perfeta Alguna cosa? ¡Oh muerte! ven callada (2), Como sueles venir en la saeta, No en la tonante máquina preñada De fuego y de rumor; que no es mi puerta De doblados metales fabricada. Así, Fabio, me muestra se cubierta, No te burles de ver cuánto confio (4), ¿Es por ventura menos poderosa Que el vicio la virtud? Es menos fuerte (5)? La codicia en las manos de la suerte ¡Qué calada que pasa á las montañas El aura, respirando blandamente! ¡Qué jarrula sonante por las cañas. -Texto de Sedano. (50) Que redundante altera de ruido.-Id. (1) Sin presumir de roto ó mal ceñido.-Id. (3) Su esencia la verdad y el albedrío.-Id. Ya, dulce amigo, huyo y me retiro De cuanto simple amé; rompi los lazos. Vén y verás al alto fin que aspiro (6), Autes que el tiempo muera en nuestros brazos. SEXTINA (7). Crespas, dulces, ardientes hebras de oro, Que ondas formais por la caliente nieve, ¿Cuándo veré salir las albas luces, Contento de encenderme en vuestro fuego, Que deje de volver al triste llanto, Bañado en cana espuma como cisne? Igual entonces al tebano cisne, Mas mientras viere tus divinas luces Siempre resuelto estoy en puro llanto, Y aunque mas dulce cante que albo cisne, Nunca veré el compuesto en nieve y oro Con blandos ojos á mi ardiente fuego. ¡Oh, si ya consumiese el duro fuego El miserable corazon en llanto, Y nunca viesen mas bordarse en oro Bien sé, triste, que puede arder la nieve (6) Vén, y verás el grande fin que aspiro.-Texto de Sedano. (7) Hállase en el tomo vun de El Parnaso español. No se reimprimió en la coleccion de Fernandez. El estilo mas parece de Herrera que de RIOJA. FIN DE LAS POESÍAS DE FRANCISCO DE RIOJA. POESIAS DE DON JUAN DE ARGUIJO. JUICIOS CRITICOS. DE LOPE DE VEGA. (En la dedicatoria de la Dragontea al mismo ARGUIJO.) Si como de amigos familiares, fueran de todos vistos los versos que vuestra merced escribe, no era menester mayor probanza de lo que aquí se trata; que huyendo toda lisonja, como quien sabe cuánto vuestra merced la aborrece... dudo que se hayan visto mas graves, limpios y de mayor decoro, y en que tan altamente se conoce su peregrino ingenio. DEL MAESTRO FRANCISCO MEDINA. (En los Apuntamientos á los sonetos de ARGUIJO; Sevilla, 1841.) O yo estoy tan olvidado de esta facultad, ó es el autor de los sonetos tan aventajado en ella, que los dientes de la lima no hallan en qué hacer presa, por mas que los aguce la mala intencion de quien tiene mas de Zoilo que de Aristarco. DE RODRIGO CARO. (En los Claros varones en letras, naturales de Sevilla.) DON JUAN DE ARGUIJO, veinte y cuatro de Sevilla, no solo elegantísimo poeta, sino el Apolo de todos los poetas de España. DE LORENZO GRACIAN. (En la Agudeza y arte de su ingenio; Madrid, 1674.) Don Juan de ArguIJO, uno de los mayores ingenios de España... atiende mas á la profundidad y gravedad del concepto que á la verbosa altanería. |