La Señora Reyna al tiempo que iba desde la capilla á comer á la cuadra baja encontró con la infanta Doña Beatriz que le venia á ver y á dalle buenas pascuas y un page tras si con un plato grande cubierto con manjar paresciome que era capirotada é hisieron la una á la otra sendas reverencias bien bajas y fueron de mano á mano la Señora Reyna á la mano derecha y la Infanta á la mano izquierda y á la entrada de la puerta rogabanse la una á la otra y entraron casi á la par pero paresciome que la infanta todabia se detúbo atras un poquito y fueronse á asentar á camita donde estobieron hablando y holgando hasta que tra jieron el manjar. El aparador de la Señora Reyna estaba pues to muy lucidamente aunque estaba la plata muy apretada que habiendo mucha paratres gradas la pusieron en dos pero mucha é muy buena é muy lusida parescio á todos los que venian á verlo y menester fué habella puesto que no han puesto ninguna ves despues que venieron á esta cibdad ya desian algunos que la Señora Reyna no trahia plata y que la que se puso en Alcazar de Sal cuando se casó era de V. as. y que la havian trahido alli para hacer muestra y que desde alli la habian vuelto para Castilla. El manjar de la Señora Reyna trajieron al aparador con trompetas y llevó las fuentes Doña Leonor de Milan y poniendolas en la mesa la infanta se levanto sobre las rodillas para servir con ellas y estonces la Señora Reyna levantose un poquito y asiole del brazo é hizole tornar á sentar graciosamente; en el servicio de la mesa no hobo mas diferencia que en los otros dias que Lope Valdivieso hasia la salva. Doña Angela cortaba y Doña Leonor de Milan serbia con las fuentes y con la copa. El maestre sala con los pajes trahia el manjar á la mesa y estaban todas las Damas al derredor y en las postreras fuentes la Infanta no hiso ninguno mobimiento como primero y los menestriles altos tocaron durante la comida altamente. En acabando de comer vino el Señor Rey, á la Cámara de la Señora Reyna é yendose la Infanta mando despejar la Cámara y despues estobieron el Rey é la Reyna solos oyendo musica de Rodrigo Donayre y sus compañeros. Despues de ido el Señor Rey venieron la Duquesa de Breganza y Doña Felipa á dar buenas pascuas á la Señora Reyna y estobieron asi holgando hasta la hora das viesperas y por que el Señor Rey estaba adrezandose para la fiesta de la noche mandó á los de su capilla que veniesen á desir las viesperas en la sala de la Señora Reyna donde las dijieron cantadas so lepnemente. La Señora Reyna se puso en su sitial para oir las viesperas y la Duquesa del Breganza un poco desviada mas atras por la parte derecha y mas atras todas las damas é mugeres. Despues de acabadas las viesperas vino la infanta Doña Beatriz y asentaronse ella y la Señora Reyna en almoadas arrimadas á la Cá mara; la Señora Reyna á la mano derecha por la parte de la cabecera y la Infanta por la parte ezquierda y la Duquesa un poco desviada hacial lado de la Señora Reyna y estobieron asi hasta las ocho horas de la noche esperando que se adrezasen los momos y las seis damas que habian de sallir á la francesa y en este tiempo venieron la marquesa de Villarreal y la muger del o varano de alvito á dar buenas pascuas á la Señora Reyna y hablando entre otras razones le suplicaron les diese licencia para ver suas Damas porque despues que uino su altesa á cabsa dellas sus maridos no hasian caso dellas y el caso porque se sienten ellas es que el marques sirve á Doña Maria de Cardenas y el varon á Doña Leonor de Millan. Cuando ya se acabaron de adrezar los momos el Señor Rey hiso saber á la Señora Reyna para que se fuese y despidiendose de la infanta se fué con sus damas á la sala grande del apo sentamiento del Señor Rey que estava muy llena de gente con grand estruendo como para la fiesta que se esperaba y fuese derecho al estrado donde estaba un doser de brocado y debajo seis almoadas de brocado en rencle de dos en dos y asentose en cabo por la parte derecha dejando el logar bacio para el Señor Rey y las mugeres y las damas se asentaron desde el pie del estrado adelante y luego comenzaron tocar los menestrilles muy altamente y despues salieron muchos momos con ynvenciones cada ynvencion con trompetas delante como aqui será declarado. En cabo de la sala estaba fecho un retraiymento grande con paños de donde salió un huerto de encantamiento que venia dentro un arbol membrillo grande muy bien echo con muchas ramas espesas llenas de candelas ardiendo y encima del arbol un dragon muy espantable con tres cabezas feroces y seis manos grandes y con la cola tenia rebujado todo el cuerpo del arbol y todo el huerto estaba cubierto al derredor con paramentos de lienzo delgado y venian dentro seis damas Doña Leonor de Millan y Doña Maria de Cardenas é Doña Angela é Doña Leonor Enrriques é Doña Guiomar Freire é Doña Maria de Silva vestidas á la francesa trahian en las cabezas unos chapirones de cebti carmesi como miras llenos de mucha pedreria y perlas y cadenas é otras joyas muy relusientes y encima unos velos como se pintan en los paños franceses y unas ropas de terciopelo negro con mangas anchas y con colas largas trepadas y con unas letras por las orillas con cebti blanco debajo del terciopelo y en las manos unas achas pintadas de cera ardiendo y en cabo del huerto venia echo un asentamiento principal con almoadas de brocado; pregunté para quien se habia echo aquello y diseronme que el Señor Rey tenia acordado una vez de venir alli y que despues le dijieron que mejor era venir despues con sus momos tras el huerto porque no fuera honesta para el venir alli sin la Señora Reyna y llegando el huerto delante de la Señora Reyna de la mànera que venia parescia muy real imbencion y saliendo fuera las Damas Doña Angela en nom bre de todas dió un escripto á Señora Reyna que desia en esta manera: "Estando en Itiopia en nuestro huerto damore Sagrado guardado por el Dragon usando de aquel poder que por los Dioses nos fué otorgado de dar remedio á todos los verdaderos amadores vino á nos lo pidir un príncipe tan enamorado que el so he comparacion de si mismo porque la grandeza de sua pena es mayor que nosa sabeduria y porque en tua alteza que he merecedor de seus amores está o remedio deles é no en nós o tracemus aqui á te pidir que o quieras remediar porque á tua soygecion estima mays estar, que á todos seus Señrios é todos os cavalleros de sua compañia en poder de tuas damas é uoso sean soygetos é sendo coza tan nova aquela que á todas podian dar remedio o viren pidir a ty por ver una princesa de tanta escelencia ouvemos por probeyto a perda deste poder á te pidimus que nos lo queras otorgar por que otraballo deste camiño se torne en muyto seu é noso descanso e teu servicio. Despues de esto quitandose de alli el carro vino el Señor Rey con veinte Caballeres de los principales de sua Corte echos momos con sus caratulas e cimeras con grande estruendo de trompetas e dieron dos bueltas por la sala danzando y despues el Señor Rey comenzó yr al estrado y la Señora reyna des que sentio que era el levantose y salio á recibirle á la meytade del estrado y juntandose el Señor Rey quitó la caratula y el bonete y en |