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PINTURAS.

No es tan ruidosa la escuela antigua de Valladolid en pintura como lo es en escultura; desigualdad que puede haber provenido de principios meramente exteriores y extraños al talento. Acaso uno de ellos y el mayor fué la ocasion mas freqüente de trábajar en escultura que en pintura, inducida por las solas costumbres. No siendo mi ánimo limitarme únicamente á dar noticia de las obras de los naturales de la ciudad y domiciliados en ella, sino tambien de las de aque Jlos que por haber servido á la corte en los tiempos que estaba en Valladolid dexáron obras en la ciudad, y aun algunas otras; recorreré con brevedad las mas considerables que he visto reduciéndolas á sus autores, y concluyendo con aquellas cuyos autores aun no se han averiguado.

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Fernando Gallegos. En las obras de Fernando Gallegos, pintor de Salamanca, perteneciente á los tiempos de los Reyes Católicos, se acaba el goticismo español de la pintura; pues en sus tablas hay ya ciertos principios de grandiosidad, aunque todavía no muy depurados de aquella rigidez gótica, que por tantos tiempos se opuso á la entrada del buen gusto del diseño. En el altar de San Antonio Abad, colateral en el lado de la

epístola al mayor de la iglesia de San Benito el Real, hay unas cinco tablas de Fernando Gallegos, para cuya colocacion hizo el retablo Gaspar de Tordesillas, insigne escultor, de quien hablaré en su artículo entre los escultores, cuyas obras existen en Valladolid. Estos quadros contienen un Calvario en que nuestra Señora está agrupada con la Magdalena, y son figuras de tamaño natural; el Señor en el sepulcro á un lado; y al otro el Señor con la cruz á cuestas. Los que estan debaxo de estos representan milagros de San Antonio de Padua. En el pedestal hay dos quadros mas modernos, y no son de Fernando Gallegos.

Antonio del Rincon. Don Antonio Palomino empieza la serie de los pintores españoles que constituyen la época del renacimiento de las artes en España por Antonio del Rincon. Esta circunstancia y la de ser pocas sus obras hacen que se busquen sus quadros con cuidado. Habia en la iglesia de San Blas dos quadros de mano de Rincon, retratos de los Reyes Católicos Don Fernan

do y Doña Isabel. Aquella iglesia está ya cerrada, y una fundacion ó cofradía antigua que en ella habia se ha reunido con otras obras pias en la iglesia de San Juan de Letran, que es una de las del Campo grande. No habiendo hallado estos retratos en San Juan de Letrap, pude saber que se halla

ban en la casa contigua de los capellanes, y en efecto los vi en la escalera de dicha casa. Son estos dos quadros un vejestorio realmente precioso; porque las figuras estan hechas por el natural, y los trages tomados de las costumbres de aquellos Soberanos. En la parte superior de los quadros está escrito que fuéron cofrades de aquella cofradía que dixe estaba ántes sita en la pequeña iglesia de San Blas: y visto ahora este letrero, se puede inferir la razon por que estaban en dicha iglésia estos retratos. Solo falta decir, que los patios y las escaleras no son los mejores sitios para conservar pinturas por causa de la humedad del ayre.

Alonso Berruguete. De Alonso Berruguete no he visto en Valladolid obra alguna suelta de pintura: solamente de aquellos quadros que hay en el retablo de la capilla mayor de San Benito hay certeza moral que sean de su mano; pues como esta fué una de las condiciones con que se otorgó la escritu ra para hacer el dicho retablo, como verá el lector en el apéndice de documentos justificativos núm. iv, y el diseño de estas pinturas no desdice del de las esculturas de este autor, se tienen sin reparo alguno por suyos. Pero como Alonso Berruguete pertenece mas á la escultura que á la pintura, dexamos de hablar mas de él por ahora, reservando para el artículo de la escultura dar las noticias

que de Berruguete hemos podido adquirir en Valladolid.

Juan Fernandez Navarrete el Mudo.. Es mucho que nuestros escritores de artes no hayan tenido noticia de un buen quadro del Mudo que hay en Valladolid, expuesto á la vista de todos y firmado con letras bien grandes. Se halla este quadro en una espaciosa sala interior del convento de San Pablo en donde se entierran los religiosos, que llaman el capítulo. Representa á Santo Domingo de pie derecho, tamaño natural, figura muy bien entendida y colorida, y hasta el perro de la hacha en la boca, que es un lebrel, está bravamente pintado con caprichosas manchas de buen gusto, y un modo de tocar á la manera de Ticiano. En la parte inferior del quadro está la firma en letras mayúsculas así: MUDO.

Fr. Arsenio Mascagni. En la iglesia de las Descalzas Reales hay dos quadros en los altares colaterales al mayor de mano de Fr. Arsenio Mascagni, pintor Florentino, discípulo que fué de Jacobo Ligozzi. En el uno se representa San Francisco de Asís andando descalzo, la vista elevada al cielo en contemplacion á un rompimiento de luz muy remisa, y entre nubes se ve al otro ángulo del quadro la luna. El otro quadro representa á Santa Clara, tambien de pie derecho con el Sacramento como se acostumbra

pintar la Santa, y tiene junto á sí una mesa con sus cilicios y un libro. Este quadro está firmado de Fr. Arsenio de este modo: F. Arsenius Mascagnius Florentinus Ord. S. F 1610. El Sr. Ponz, tomo x1, carta IV, nú mero 7, en lugar de Mascagnius leyó Mascagius, por donde vino á hacer un pintor que nunca ha exîstido; y despues pasó á señalarle una cronología falsa hácia fin del siglo xvi, de cuyo error se hubiera absteni-' do, si hubiera leido la fecha que hay á continuacion de la firma. Felipe Baldinucci escribió la vida de Fr. Arsenio, por cuya. historia sabemos que nació el año de 1579, y murió en el de 1636. El lector puede leerla por extenso en el tomo Iv de Baldinucci á la pág. 79 y siguientes. No dice su historia, que estuviese el Padre Fr. Arsenio en España, ni podemos acomodarle el tiempo en que nuestros escritores sospechan que pintó estos quadros en Valladolid: porque el año de 1610, que es la data de su firma, fué el siguiente al en que se ordenó de Sacerdote; y no salió de Florencia hasta el de 1622, doce años despues de la data, y entonces fué á Roma. Lo que me ocurre pensar sobre estos quadros, no habiendo hallado otros de su estilo en Valladolid, es que los hizo en Florencia por encargo, que se compráron allí y conduxéron á España por persona que no podemos rastraear por falta de noticias. Es

ó

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