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AL LÍRIO.

Leve y plácida sonrisa De la fresca primavera; Tú que naces con su brisa De las flores la primera;

Y te engalanas llevando El color del firmamento, Y esquivas el cuello blando A las caricias del viento;

Allá oculta, de las peñas En las salvages gargantas, El rico vergel desdeñas, Donde brillan otras plantas.

¿Será que te falte hechizo Para competir con ellas? ¿Que el Dios de los campos hizo Las otras flores mas bellas ?........

Mas no; que es tu talle airoso,

Y por ninguna belleza

Trocara el matiz precioso
Tu perfumada cabeza:

Y tu corona azulada
Es, lirio, mas trasparente
Que la linfa sosegada

Del arroyuelo naciente.

¿Cómo pie tan delicado

Fuera de jardines crece,

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A las márgenes del lago:
Abandona ese lugar

Que debe solo habitar
El odioso jaramago.

¡Que la vaga mariposa
En morada tan agreste,
Tu dulce copa celeste
No ha de besar cariñosa!!

Ni la abeja en tu capullo Las ambrosías que mana, Libará ansiosa y galana Con festejador murmullo.

Que si por bello te acoge, Por salvaje te desdeña.Queda allá solo en tu peña, Y que el viento te deshoje.

LA ROSA BLANCA,

SONETO.

¿Cuál de las hijas del verano ardiente, Cándida rosa, iguala tu hermosura, La suavísima tez y la frescura

Que brotan de tu faz resplandeciente?

La sonrosada luz de alba naciente No muestra al desplegarse mas dulzura, Ni el ala de los cisnes la blancura

Que el peregrino cerco de tu frente.

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