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VERDADERO Y ÚNICO AUTOR

DEL LIBRO DE LA ORACIÓN

ESTUDIO CRÍTICO DEFINITIVO

RÉPLICA DOCUMENTADA

A UN ESCRITOR FRANCÉS

POR EL DOCTOR

FR. JUSTO CUERVO, O. P.

CON LAS DEBIDAS LICENCIAS

MADRID

IMPRENTA DE LA «REVISTA DE ARCHIVOS. BIBLIOTECAS Y MUSEOS
Olozaga, 1.-Telefono S. 1.385.

1918

HARVARD UNIVERSITY LIBRARY JUN 25 1964

FR. LUIS
LUIS DE GRANADA

VERDADERO Y ÚNICO AUTOR

DEL LIBRO DE LA ORACIÓN

Esta importantísima y revesada cuestión está ya definitivamente resuelta, para críticos sensatos, desde 1891, en los artículos literarios que bajo el título de arriba dirigí a una revista franciscana, después coleccionados con otros en mi Biografía de Fr. Luis de Granada, “donde rigurosamente se demuestra que el Venerable Padre, y no San Pedro de Alcántara, es el verdadero y único autor del Libro de la Oración”; que el Tratado de la Oración, más de cien veces publicado bajo el nombre de San Pedro de Alcántara, no es de San Pedro de Alcántara, sino del propio Fr. Luis de Granada, y que el verdadero Tratado de San Pedro de Alcántara, donde se recopilaba o compendiaba el Libro de la Oración de Fr. Luis de Granada, estaba perdido, o a lo menos no se sabía de él. Todo eso está matemáticamente demostrado en mi Biografia de Fray Luis de Granada, publicada en Madrid, librería de Gregorio del Amo, 1896.

Pasaron veinticinco años desde la terminación de la polémica, y en todos esos veinticinco años reinó el mutismo más absoluto; nadie chistó, nadie dijo, esta boca es mía. Y ¿quién había de chistar, teniendo sana la cabeza, ante los "admirables descubrimientos" 1 entonces hechos, y ante los elocuentísimos documentos entonces publicados?

Allí, en mi Biografía de Fr. Luis de Granada, en la pág. 243, allí se leen palabras tan terminantes como éstas, del mismísimo San Pedro de I Miguel Angel, REVISTA DE ARCHIVOS..., número de mayo de 1917, págs. 326 y 342.

Alcántara, en mala hora adulteradas y truncadas en todas las ediciones posteriores: Y auiendo leydo, entre otros libros de Romance deuotos, el Libro de la Oracion, que nueuamente compuso el muy Reuerendo Padre Prouincial Fray Luis de Granada, de la Orden de los Predicadores, y paresciéndome que era el mejor de los que en nuestra lengua he leydo (por poner de mejor manera en pratica el exercicio de la oracion, con muy buenas meditaciones y auisos muy prouechosos ansi para principiantes como para aprouechados y perfectos) determiné fauorescerme dél, poniendo en este tratado breuemente, y lo más claro que yo supe, todo lo que aquél tiene necesario para la oracion, y otras cosas para algunos más aprovechados en ella para el effecto ya dicho, y aun para que los que tienen el libro de aquel Padre lo puedan mejor tomar y retener en la memoria, viendo más recopilado y breue lo que el otro tiene más a la larga.

Allí se leen, pág. 240, al lado de las terminantes de San Pedro de Alcántara, palabras tan sencillas y tan sinceras como éstas de Juan Bla-vio de Colonia, felicísimo impresor de Lisboa, en cuya casa se hizo, de 1557 a 1559, la "maravillosa edición" 1 príncipe del Tratado de la Oración de Fr. Luis de Granada: Este tratado, Christiano Lector, vino a mis manos con algunos vicios que auía sacado de la impression. Y por parecerme libro muy prouechoso... rogué al principal autor de él (Fray Luis de Granada) quisiesse tomar un poco de trabajo para emendarlo, siquiera por que no anduuiesse en las manos de los hombres tan vicioso: y su R, lo hizo tan bien, que no sólo lo emendó, sino quasi lo hizo de nueuo, añadiendo y quitando muchas cosas de tal manera que el libro (de San Pedro de Alcántara) que venía en solos cinco pliegos impresso, sale agora con doblado volumen.

Allí se leen, pág. 218, palabras tan explícitas y tan reveladoras como éstas del mismísimo Fr. Luis de Granada, puestas al frente de la edición salmantina de 1574: Al Lector. La causa que me mouió, Christiano Lector, a hacer esta breue recopilacion de nuestro Libro de la Oracion y Meditacion, fué que algunas personas virtuosas y zelosas de la salud de las ánimas han sumado aquel libro, e impresso y publicado en particulares tratados lo que sumaron... No me pareció mal este religioso

I Miguel Angel, REVISTA DE ARCHIVOS..., número de mayo de 1917, pág. 354.

nota I.

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