CCCXXIV alguma hora em vós a piedade Aparto de vós, mas a vontade Que n'alma pelo natural vos tira, Que em fim, ca me achará minha lembrança CCCXXV Ja tempo foi, que meus olhos fazião No contente peito ajuntamento, Ferio com o descuido de dous gumes, Tem aparencia de ciumes, E certo não o são, nem tal me dana CCCXXVI Quão bem aventurado me achara, Inteiro e perfeito o bem lograra, Se meu desejo a mais se não atrevera, Naceu comigo depois que pude vêr-vos, Trabalho de o tirar da fantezia, Por quanto creio offender-vos, Mas quanto mais resisto mais se augmenta. CCCXXVII Si el triste coraçon que siempre llora, Si entre los verdes arboles, de agora Mas para despojar-me de alegria CCCXXVIII Do estan los claros ojos que colgada Mi alma tras si llevar solian? Con dientes que de nieve parecian? Mas no mirais mi grande devaneo, CCCXXIX Ventana venturosa, do amañece Qual resplendor d'Apolló el de mi dama, Y sientes el dolor que el pecho inflama, Si no te mueve ya la pena mia, Mueva-te ver lo poco que se gana Ya pues lo sabes; ya cruda ventana Antes que mi dolor discubra el dia, Dexa-me ver mi ninpha soberana. CCCXXX De piedra, de metal, de cosa dura, Los ojos, esmeralda verde escura, Granata las mexillas, no fingido La mano de marfil, y la garganta De alabastro, pordonde con yedra Las venas son de azul mui rutilante. Mas lo que mas en toda vos me espanta, Es ver que, por que todo fuesse piedra, Teneis el coraçon como diamante. CCCXXXI Al pie de una verde e alta enzina Coridon su samphona esta tangiendo; Cantava los amores de la niña Amarilis, que el amor le está influyendo, A el se allego Titiro perdido Guiando su rebanho macilento, Ni platica agena gusto al desabrido, CCCXXXII Amor, amor, que fieres al coitado Que por amor te serve ha tantos annos, Sostiendo el tu servicio con enganos, Pues alfin, fin le dexas no esperado. Con solo su dolor, con su cuidado Le pagas el servicio, e con enganos, Passando por ti casos tan estraños, Qual otro nunqua mas uvo passado. Quien piensa que es Dios, quien esta loco, Quien cre que cres justo yo no lo creo, Pues al que mejor sirve das mas preo. Piensa el, que cre en ti, que devaneo, Yo julgo lo que veo e lo que toco, Y aun jusgo lo que toco y no lo creo. CCCXXXIII Fermoso Tejo meu quam differente Te vejo e vi, me ves agora e viste A ti foi-te trocando a grossa enchente Ja que somos no mal participantes Sejamo-lo no bem, ah quem me dera Lá virá então a fresca primavera |