Se alguma hora em vós a piedade De tão longo tormento se sentira, Não consentira amor, que se partira De vossos olhos minha saudade. Aparto de vós, mas a vontade
Que n'alma pelo natural vos tira, Me faz crer que esta ausencia he mentira, Mas inda mal porém que he verdade! Ir-me-hei Senhora, e neste apartamento, Tomarão tristes lagrimas vingança Nos olhos de quem fostes mantimento. Assim darei a vida a meu tormento,
Que em fim, ca me achará minha lembrança Ja sepultado em vosso esquecimento.
Ja tempo foi, que meus olhos fazião Alegres novas ao pensamento, Ja tempo foi, que o sentimento Gostava do que elles lhe dizião. Amor e saudade então fazião
No contente peito ajuntamento, Esperança e firme fundamento Os falsos argumentos desfazião. Tornou-se a minha nimpha inhumana, Ferio com o descuido de dous gumes, Ó grão mal oh! crua Feliciana!
Tem aparencia de ciumes,
E certo não o são, nem tal me dana Mas são da minha fé justos queixumes.
Quão bem aventurado me achara, Se o amor tanto me favorecera, E assim como menos mostrar quisera Com ver no mais me contentára. Inteiro e perfeito o bem lograra,
Se meu desejo a mais se não atrevera, Pois ja que pude vêr-vos, merecera Ao menos alcançar o que desejava. Este desejo meu, esta ousadia,
Naceu comigo depois que pude vêr-vos, E com vos vêr, Senhora, se acrecenta. Trabalho de o tirar da fantezia,
Por quanto creio offender-vos,
Mas quanto mais resisto mais se augmenta.
Si el triste coraçon que siempre llora, Sin ser obra de llanto meritoria, Pudiesse ya gosar de la vitoria,
De la guerra del amor que s'empeora. Si entre los verdes arboles, de agora Estoi apacentando la memoria, Pudiesse yo gosar por suma gloria De ver un solo punto a mi pastora.
Ni el aire, que con el aire, que consiente Amor el mi dolor se aumentaria, Ni con la de mis ojos esta fuente.
para despojar-me de alegria Ordena una passion, que viva ausente
De quien ya mas lo estuvo el alma mia.
Do estan los claros ojos que colgada Mi alma tras si llevar solian? Do estan dos mexillos que vencian La rosa quando está mas colorada? Do está la roxa boca e adornada
Con dientes que de nieve parecian? Los cabellos que el oro escurecian, Do está, y aquella mano delicada? O toda linda! do estares agora Que no te puedo ver, y el gran De verte me da muerte cada hora!
Mas no mirais mi grande devaneo, Que tengo yo en mi alma a mi Señora, E diga donde estas que no te veo!
Ventana venturosa, do amañece
Qual resplendor d'Apollo el de mi dama, Abrazar-te veja yo con una llama De las con que mi alma resplandece.
Porque se ves el mal que se padece,
Y sientes el dolor que el pecho inflama, No dexas a mis ojos ver la rama
Que dientro en mi con lagrimas florece.
Si no te mueve ya la pena mia, Mueva-te ver lo poco que se gana De no dexar al alma su alegria.
Ya pues lo sabes; ya cruda ventana Antes que mi dolor discubra el dia, Dexa-me ver mi ninpha soberana.
De piedra, de metal, de cosa dura, El alma dura nynpha os ha vestido, Pues el cabello es oro endurecido,
Y marmol es la fuente en su blancura.
Los ojos, esmeralda verde escura, Granata las mexillas, no fingido El labrio es un robi no posseydo, Los blancos dentes son de perla pura. La mano de marfil, y la garganta De alabastro, pordonde con yedra Las venas son de azul mui rutilante.
Mas lo que mas en toda vos me espanta, Es ver que, por que todo fuesse piedra, Teneis el coraçon como diamante.
Al pie de una verde e alta enzina Coridon su samphona esta tangiendo, A la sombra de la yedra, que trociendo ΕΙ passo por los arboles camiña.
Cantava los amores de la niña
Amarilis, que el amor le está influyendo, Las aves por los ramos van corriendo, Al pie cuerre una fuente cristalina.
A el se allego Titiro perdido
Guiando su rebanho macilento, Fue este amigo suyo mui querido. Cantava-le su dano e su tormento, Ni platica agena gusto al desabrido, Ni el dolor haze triste al que es contento.
Amor, amor, que fieres al coitado
Que por amor te serve ha tantos annos, Sostiendo el tu servicio con enganos, Pues alfin, fin le dexas no esperado. Con solo su dolor, con su cuidado
Le pagas el servicio, e con enganos, Passando por ti casos tan estraños, Qual otro nunqua mas uvo passado. Quien piensa que es Dios, quien esta loco, Quien cre que cres justo yo no lo creo, Pues al que mejor sirve das mas preo. Piensa el, que cre en ti, que devaneo, Yo julgo lo que veo e lo que toco, Y aun jusgo lo que toco y no lo creo.
Fermoso Tejo meu quam differente Te vejo e vi, me ves agora e viste Turvo te vejo a ti, tu a mim triste, Claro te vi eu ja, tu a mim contente: A ti foi-te trocando a grossa enchente A quem teu largo campo não resiste, A mim trocou-me a vista em que consiste Meu viver contente ou descontente.
Ja que somos no mal participantes Sejamo-lo no bem, ah quem me dera Que fossemos em tudo semelhantes.
Lá virá então a fresca primavera Tu tornaras a ser quem eras dantes Eu não sei se serei quem dantes era.
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