Poetas líricos de los siglos XVI y XVII, Volume 32Adolfo de Castro M. Rivadeneyra, 1872 - 553 pagina's |
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Pagina 3
... Albano ; agora vuelto á la otra parte , Resplandeciente , armado , Representando en tierra el fiero Marte ; Agora de cuidados enojosos Y de negocios libre , por ventura Andes á caza , el monte fatigando ( 3 ) En ardiente jinete , que ...
... Albano ; agora vuelto á la otra parte , Resplandeciente , armado , Representando en tierra el fiero Marte ; Agora de cuidados enojosos Y de negocios libre , por ventura Andes á caza , el monte fatigando ( 3 ) En ardiente jinete , que ...
Pagina 6
... ALBANIO . En medio del invierno está templada El agua dulce desta clara fuente ( 1 ) , Y en el verano mas que nieve helada . ¡ Oh claras ondas , cómo veo presente , En viéndoos , la memoria de aquel dia De que el alma temblar yarder se ...
... ALBANIO . En medio del invierno está templada El agua dulce desta clara fuente ( 1 ) , Y en el verano mas que nieve helada . ¡ Oh claras ondas , cómo veo presente , En viéndoos , la memoria de aquel dia De que el alma temblar yarder se ...
Pagina 7
... Albanio es este que está aquí dormido , O yo conozco mal . Albanio , es cierto . Duerme , garzon cansado y afligido . ¡ Por cuán mejor librado tengo un muerto Que acaba el curso de la vida humana Y es reducido á mas seguro puerto ( 7 ) ...
... Albanio es este que está aquí dormido , O yo conozco mal . Albanio , es cierto . Duerme , garzon cansado y afligido . ¡ Por cuán mejor librado tengo un muerto Que acaba el curso de la vida humana Y es reducido á mas seguro puerto ( 7 ) ...
Pagina 9
... Albanio , si tu mal comunicaras Con otro , que pensaras que tu pena Juzgaba como ajena , ó que este fuego Nunca probó , ni el juego peligroso De que tú estás quejoso , yo confieso Que fuera bueno aqueso que hora haces ( 21 ) ; Mas si tú ...
... Albanio , si tu mal comunicaras Con otro , que pensaras que tu pena Juzgaba como ajena , ó que este fuego Nunca probó , ni el juego peligroso De que tú estás quejoso , yo confieso Que fuera bueno aqueso que hora haces ( 21 ) ; Mas si tú ...
Pagina 11
... ALBANIO . Cese ya el artificio De la maestra mano ; No me hagas pasar tan grave pena . Harásme tú , Salicio , Ir do nunca pié humano Estampó su pisada en el arena . Ella está tan ajena De estar desa manera Como tú de pensallo , Aunque ...
... ALBANIO . Cese ya el artificio De la maestra mano ; No me hagas pasar tan grave pena . Harásme tú , Salicio , Ir do nunca pié humano Estampó su pisada en el arena . Ella está tan ajena De estar desa manera Como tú de pensallo , Aunque ...
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abrasa agora ALBANIO alegre ALETIO alma amor Apolo aquesta ardiente ARGUIJO bella belleza Bétis blando cansado canto céfiro ciego cielo contento contino corazon corona crece CRISTOBAL DE CASTILLEJO cruel cuidado dama daño deja deseo despues dice dichoso digo divino dolor dulce duro engaño enojos envidia esperanza estrellas eterno Faeton FERNANDO DE HERRERA fiero FILENO flores fortuna FRANCISCO DE RIOJA Francisco Pacheco frio fuego fuerza GARCILASO gente gloria habia halla hermosa hermosura Herrera honra huye importuna Júpiter lágrimas leen llanto llorar luciente Lucrecio lumbre mano memoria mira morir muda mudanza muero muerte mundo nieve ninfa noche ojos olvido ondas osadía paso pecho pena pensamiento perdido piélago pluma porfia pura queda quejas quiero rayos razon Sedano serena siento sombra SONETO suelo suerte sulcar suspiros tambien tierno tierra tormento triste vano vencido ventura Vénus verde versos viento vitoria vivo vuelo zampoña
Populaire passages
Pagina 35 - En tanto que de rosa y azucena Se muestra la color en vuestro gesto, Y que vuestro mirar ardiente, honesto, Enciende el corazón y lo refrena ; Y en tanto que el cabello, que en la vena Del oro se escogió, con vuelo presto, Por el hermoso cuello blanco enhiesto, El viento mueve, esparce y desordena ; Coged de vuestra alegre primavera El dulce fruto, antes que el tiempo airado Cubra de nieve la hermosa cumbre.
Pagina 4 - Materia diste al mundo de esperanza de alcanzar lo imposible y no pensado, y de hacer juntar lo diferente, dando a quien diste el corazón malvado, quitándolo de mí con tal mudanza, que siempre sonará de gente en gente. La cordera paciente con el lobo hambriento hará su ayuntamiento, y con las simples aves sin ruido harán las bravas sierpes ya su nido ; que mayor diferencia comprehendo de ti al que has escogido.
Pagina 306 - CANTEMOS al Señor, que en la llanura venció del ancho mar al Trace fiero. Tú, Dios de las batallas, tú eres diestra, salud y gloria nuestra. Tú rompiste las fuerzas y la dura frente de Faraón, feroz guerrero: sus escogidos príncipes cubrieron los abismos del mar, y descendieron, cual piedra, en el profundo, y tu ira luego los tragó, como arista seca el fuego.
Pagina 494 - ... y ríase la gente. Cuando cubra las montañas de "plata y nieve el enero tenga yo lleno el brasero de bellotas y castañas, y quien las dulces patrañas del rey que rabió me cuente, y ríase la gente.
Pagina 387 - ... templo: de todo apenas quedan las señales. Del gimnasio y las termas regaladas leves vuelan cenizas desdichadas; las torres que desprecio al aire fueron a su gran pesadumbre se rindieron.
Pagina 387 - Romúlea, cuyo clima te será más humano y más sereno. Adonde por lo menos, cuando oprima nuestro cuerpo la tierra, dirá alguno: "blanda le sea...
Pagina 4 - No hay corazón que baste, aunque fuese de piedra, viendo mi amada hiedra de mí arrancada, en otro muro asida, y mi parra en otro olmo entretejida, que no se esté con llanto deshaciendo hasta acabar la vida.
Pagina 432 - Mientras por competir con tu cabello oro bruñido al sol relumbra en vano; mientras con menosprecio en medio el llano mira tu blanca frente el lilio bello; mientras a cada labio, por cogello, siguen más ojos que al clavel temprano, y mientras triunfa con desdén lozano del luciente...
Pagina 6 - Nunca pusieran fin al triste lloro los pastores, ni fueran acabadas las canciones que sólo el monte oía, si mirando las nubes coloradas, al tramontar del sol bordadas de oro, no vieran que era ya pasado el día. La sombra se veía venir corriendo apriesa ya por la falda espesa del altísimo monte, y recordando ambos como de sueño, y acabando el fugitivo sol, de luz escaso, su ganado llevando, se fueron recogiendo paso a paso.
Pagina 3 - El dulce lamentar de dos pastores, Salicio juntamente y Nemoroso, he de cantar, sus quejas imitando; cuyas ovejas al cantar sabroso estaban muy atentas, los amores, de pacer olvidadas, escuchando.