Pagina-afbeeldingen
PDF
ePub

aquellas cortes, lidiavan de cada dia toros, é bofordavan1) de cada dia tablado, é fazien muy grandes alegrías. E los alto somes á quien llamavan Don Arias Godos é el conde Don Tibalte, quando vieron que Bernaldo non sabie de aquellas alegrías, ovieron gran pesar ende; ca tovieron, que eran mucho menos cobados é las cortes menguadas, pues que él en ellas non andava; é ovieron su acuerdo de lo dezir á la reyna, que le dixesse que cavalgasse por su amor é que fuesse á lançar al tablado; e á la reyna plogo dello. É dixol á Bernaldo diziendo: Yo vos prometo, que luego quel rey venga a yantar, que yo le pida á vuestro padre, é bien creo que melo dará. E Bernaldo cavalgó estónces é fué á lançar el tablado é quebrantol. El rey, despues que ovo el tablado quebrantado, fué á yantar, é el conde Don Arias Godos é el conde Don Tibalte fuéronse luego para la reyna é dixéronle, que la merced que prometiera á Bernaldo, que gela compliesse. E la reyna fuése luego ver al rey é dixol: Señor, ruego vos, que me dedes al conde Don Sandias, que tenedes preso, ca esto es el primero don, que vos pido. E el rey, quando esto oyó, ovo gran pesar de aquello é dixol: Reyna, non lo faré, ca non quiero quebrantar mi jura. E Bernaldo fué estónces al rey é pidióle merced llorando, que le diesse á su padre, é el rey dixol, que gelo non darie é que jamas non fuesse osado gelo dezir, ca si lo osasse fazer, quel lo manderie echar deso uno con su padre. E Bernaldo le dixo: Señor, por quanto servicio yo vos fize bien me debríades vos dar á mi padre é membrar vos de mí, en como yo vos acorrí, quando vos tenien los moros cercado en Benavente en la lid que ovistes con el rey Ores; é dexistes me vos, que vos pidiesse un don é que vos me lo daríades, é yo pedí vos á mi padre, é vos otrosí otorgastes melo. E otrosí, quando lidiastes con el rey Alçaman, el que yazie sobre Zamora, bien sabedes lo que y fize é en como vos acorrí; é despues que la batalla fué vencida, prometistes que me daríades á mi padre. E otrosí, quando vos tenien los moros cercado cerca del rio Oruego é vos davan gran priessa é estavades vos ya en horas de muerte, bien sabedes lo que yo fize contra vos. E agora, pues que veo, que non queredes darme á mi padre, quitome de vos é non quiero ser vuestro vassallo, é repto 2) á todos aquellos, que de vuestra parte son, en qualquier logar que me fallare con ellos, si mas pudiere que ellos. E el rey fué muy sañudo contra

') bohordaban. 2) reto.

Bernaldo, quando aquello le oyó dezir, é dixol: Don Bernaldo, pues que assí es, mando vos que me salgades de la tierra de oy en nueve dias, é non vos falle yo allí; ca bien vos digo, que si yo y vos fallo despues deste plazo, que vos mandaré y echar do vuestro padre yaze. E Bernaldo fuése estónces para Saldaña; é Velasco Melendez é Suero Velasquez é Don Miño de Leon eran parientes muy cercanos de Bernaldo. E quando vieron que assí se partia Bernaldo del rey, despediéronse del rey é besáronle1) la mano é fuéronse para tierra de Saldaña. E Bernaldo començo estónces à correr tierra de Leon é de fazer y mucho mal, é duraron aquellas guerras que ovo entre el rey é Bernaldo muy gran tiempo.

En el sesto año del reynado del rey Don Alfonso el Magno avino, que vinieron al rey Don Alfonso todos los omes de la tierra é dixéronle: Señor, en fuerte hora vimos nos la prision del conde Don Sandias, ca toda vostra tierra se pierde porende, tanto es el mal que Bernaldo y faze de cada dia, é si la vuestra merced fuese, terníamos por bien, que sacássedes de la prision al conde Don Sandias é que lo diésedes á su fijo Bernaldo. E el rey, quando aquello oyó, como quier que aviesse ende pesar, dixoles que lo farie: „E pues assí es é todos lo tenedes por bien, vayan á Bernaldo el conde Don Arias Godos é el conde Don Tibalte é díganle de mi parte, que me dé el castiello del Carpio." E los condes fueron luego á Bernaldo é dixéronle:,,El rey vos embia dezir por nos, que si le quisierdes dar el castiello del Carpio, que vos dará á vuestro padre." E Bernaldo, quando aquesto oyó, plogol de coraçon é fuése luego para el rey. E el rey Don Alfonso quandol vió dixol: Bernaldo, quiero que ayamos de aquí adelante paz entre mí é vos.“ E Bernaldo le dixo:,,Señor. mas gana en las guerras todo caballero pobre, que en las pazes." E el rey le dixo: „Bernaldo, si vos quisiéredes que ayamos entre mí é vos paz, é queredes que vos dé à vuestro padre, entregadme aquel castiello del Carpio." E Bernaldo le dixo que le plazie, é embió luego dos cavalleros de los suyos que entregassen el castiello á quien el rey mandasse. E el rey embió estónces al castiello de Lunia al conde Don Arias Godos é al conde Don Tibalte con otros cavalleros, que les dió, por el conde Don Sandias. E quando ellos llegaron á Lunia, falláronlo ya muerto, é embiáronlo á dezir al rey; é el rey embióles á dezir, que lo metiessen en baños, por tal que le ablandeciesse la carne, é quel istiessen

1) le bezieht sich auf Bernaldo. Span. Hdb. I.

[ocr errors]

4

de muy nobles paños, é que lo traxiessen en un cavallo, como si fuesse vivo, é quando llegassen ellos acerca de Salamanca, que gelo fiziessen saber é que lo saldrie à rescebir. E los condes fizieron assí, como el rey les mandó; é quando fueron cerca de Salamanca salió el rey é Bernaldo á rescebirlo. E el conde Don Sandias venie muy bien acompañado de cavalleros de cada parte, assí como el rey mandara. E despues que se llegaron todos en uno, començo Bernaldo á dar bozes con gran alegría é dezir:,,; Ay Dios! ¿do viene aquel conde Don Sandias de Saldaña?" E el rey Don Alfonso le dixo: ,,Védeslo 1) do está, ydlo á saludar, puesque tanto lo cobdiciastes ver." E Bernaldo fué estónces para él é besol la mano; maз quando gela falló fria é le vido toda la color denegrida, entendió que era muerto, é con el pesar que ende ovo, començó de dar grandes bozes é fazer gran duelo diziendo: ¡Ay! conde Don Sandias, que en mal hora me engendrastes, ca nunca fué ome perdido assí, como yo soy agora por vos, ca pues vos sodes 2) muerto é el castiello yo he perdido, non sé consejo en el mundo que faga." Le dixo estónces el rey: Don Bernaldo, oy mas no es tiempo de mucho fablar, é digo vos que me salgades 3) luego de la tierra é non me estedes 4) y mas, é ydvos á Francia al rey Carlos, cuyo pariente sodes, ca allá fallaredes quanto ovierdes 5) menester é aun quien vos faga honrra." E le dió el rey Don Alfonso estonces cavallos é muy grand aver con que se fué *). De como tomaron por su señor á Don Alfonso los de Castiella é de Leon é de Portogal, é de como le tomó la jura Ruy Diaz de Bivar **).

(Cron. gen. Parte IV. Cap. 3. Fol. 299 ed. 1541.)

Puesque el rey Don Alfonso llegó á Zamora, fincó sus tiendas en el campo de Santiago, é ovo luego su consejo con su hermana, la infanta doña Urraca, que era muy mucho sabia é muy entendida dueña, é embió sus cartas por toda

1) veislo. 2) sois. 3) salgais. 4) esteis. *) hubiereis. *) Hiermit endet eigentlich der Haupttheil von Bernaldo del Carpio's Geschichte. Seine späteren Schicksale fasst die Crónica general nur kurz zusammen und diese Erzählung ist sehr verworren. Auch sagt die Chronik am Schlusse selbst: Mas porque nos non fallamos nada de todo esto que avemos dicho de Bernaldo desde la muerte del conde Don Sandias en las estorias verdaderas, las que fizieron é compusieron los omes savios, porende non afirmamos nos nin dezimos, que assi fuesse, ca non lo sabemos por cierto, sino quanto oimos dezir á los juglares en sus cantares.

**) König Ferdinand I. von Castilien und Leon theilte kurz vor seinem Ableben seine Staaten unter seine Söhne, und zwar in der Art,

Quando los de

la tierra, que le veniesen fazer vassalaje. Leon é los Asturianos é los Gallegos sopieron, que el rey Don Alfonso era venido, fueron muy alegres, é venieron á Zamora, é rescebiéronle por rey é por señor, é fiziéronle vassalaje, ca era muy gran razon. Despues desto llegaron los Castellanos é los Navarros á él, é rescibiéronle otrosí por señor, á tal pleyto, que jure sobre los sanctos evangelios, que non moriera el rey Don Sancho por su consejo. Pero al cabo non le quiso ninguno tomar la jura, sinon Ruy Diaz el mio Cid señero, que non lo quiso rescebir por señor nin besarle la mano, fasta que le jurasse que era ende sin culpa, assí como agora diremos. Cuenta la estoria, que quando el rey Don Alfonso vió, que Ruy Diaz mio Cid non le quiso besar la mano nin rescebirle por señor, como todos los otros altos omes é los prelados é los concejos fizieran, que dixo assí: „Amigos, pues vos todos me recebistes por señor, é me otorgastes que me daríades las cibdades é castiellos, querria que sopiésedes, porque non me quiso besar la mano mio Cid Ruy Diaz, ca yo nunca fizele algo, assí como lo prometí al rey Don Ferrando, mio padre, quando nos lo encomendó á mí é á mis hermanos.“ Ruy Diaz se levantó estónces é dixo: „,Señor, quantos omes vos aquí vedes, todos han sospecha, que por el vuestro amor han muerto al rey Don Sancho, mio señor: é porende vos digo, que si vos non salvaredes dello assí como es derecho, que yo nunca vos bese la mano. E dixol el rey Don Alfonso: Cid, mucho me plaze de lo que avedes dicho, é aquí juro á Dios é á Sancta dass der Erstgeborne. Sancho, Castilien, der zweite, Alfons, Leon und Asturien, und der jüngste, Garsias, Galicien erhielt. Von seinen Töchtern erhielt Urraca Zamora und Elvira Toro und Ajauuge. Bald nach des Vaters Tode brach zwischen den beiden ältesten Söhnen Zwist aus. Es kam zum Bruderkriege, die Castilianer blieben in mehreren Schlachten Sieger, und Alfons' Besitzungen fielen in Sancho's Hände, er selbst wurde gefangen und anfangs nach Burgos, später in ein Kloster gebracht, aus welchem er jedoch zu den Arabern entkam. Nach einiger Zeit wendete Sancho seine Waffen gegen die Schwestern, welche offen Partei für den gemisshandelten Alfons ergriffen hatten. Elvira musste Toro herausgeben, Urraca dagegen vertheidigte sich tapfer in Zamora. Die Belagerung hatte bereits eine Zeitlang gedauert, als eines Abends, da König Sancho in seinem Lager spatzieren ging, ein Ritter, Bellido Dolfos, aus der Stadt sprengte, den König mit seiner Lanze todt zu Boden streckte und dann eiligst die Flucht ergriff. Im panischen Schrecken flohen die Castilier, und nur einer kleinen tapfern Schaar gelang es, wenigstens die Leiche ihres Königs in Sicherheit zu bringen. Auf Urraca und Alfons lastete ein starker Verdacht der Mitwissenschaft an dem Verbrechen. Dies zur Erklärung des Vorgangs, der oben erzählt wird.

[ocr errors]

Maria, que nunca yo lo mandé nin fuí en el consejo, nin me plogo ende quando lo sope, porque me avie echado de mi tierra. E porende vos ruego a todos, como á vassallos buenos é leales, que me consejedes en como me salve de tal fé." E dixéronle los altos omes é los prelados, quel jurasse con doze de sus vassallos en la ygresia de sancta Gadea de Burgos. E el rey plogol mucho deste juyzio; é cavalgaron é fueronse luego para Burgos. E Ruy Diaz mio Cid tomó el libro de los evangelios é pusol sobre el altar, é el rey Don Alfonso puso en él las manos, é començó el Cid juramentarlo en esta guisa: Rey Don Alfonso, ¿venides me vos jurar, que non fuistes vos en consejo de la muerte del rey Don Sancho, mío señor? E si vos mentira jurades, plega á Dios que vos mate un traydor, que sea vuestro vassallo, así como era Vellido Dolfo de mio señor, el rey Don Sancho." E el rey dixo estonce: amen, é mudósele toda la color. E el Cid dixo otra vez: ,,Rey Don Alfonso,¿ venides vos me jurar por la muerte del rey Don Sancho, mio señor, que nin lo consejastes nin lo mandastes vos matar? E si vos mentira jurades, mate vos un vuestro vassallo á engaño é aleve, así como mató Vellido Dolfo al rey Don Sancho, mio señor. E el rey dixo: amen, é mudósele la color otra vez: é assí como dezie el Cid, assí lo otorgava el rey Don Alfonso é doze de sus vassallos con él. Despues que la jura fué acabada, quiso Ruy Diaz mio Cid besar la mano al rey Don Alfonso, mas non quiso dargela él; antes le desamó de allí adelante, aunque era muy atrevido é muy esforçado cavallero.

Muerte del Cid.

(Cron. gen. P. IV. Cap. 3. fol. 360. ed. 1541.)

Dize la estoria, que adolesció el Cid del mal de que finó. E un dia, antes que enfraquesciesse mucho, mandó cerrar todas las puertas de la cibdad, é fuése para la ygresia de sant Pedro, é estando el obispo Don Jeronymo delante é todos los prelados que eran en Valencia é los cavalleros é dueñas honradas é toda la otra gente, quantos podien caber en la ygresia, paróse el Cid en pié é fizo su predicacion muy noble, en que les mostró, como todos los omes del mundo, por honrrados é por bien andantes que sean en este mundo, non pueden escusar la muerte, de la qual estava él muy cerca; é pues que assí era, que el su cuerpo en este mundo nunca fuera abiltado nin desonrrado, que ellos todos guardassen, que lo non fuesse en la postremería, ca toda la buena andança del ome en la fin era; é como esto avie á ser é ellos lo avien á fazer porque se compliesse todo, lo

« VorigeDoorgaan »