No me den pena, no, porque lo digo; Que ya no me refrenará el témor. ¡Quien pudiese hartarse De no esperar remedio, y de quejarse ! Mas s'esto me es vedado Con unas obras tales Con que nunca fué á nadie defendido : Que si otros han dejado De publicar sus males, Llorando el mal estado á que han venido, Señora no habrá sido Sino con mejoría Y alivio en su tormento: Mas ha venido en mí á ser lo que siento · Sufriendo aquello que decir no puedò. Si por ventura estiendo Alguna vez mis ojos Por el proceso luengo de mis daños, De tan grandes enojos Solamente es allí con mis engaños Vencen mi desvarío, Y apocan mis defensas. No hallo que os he hecho otras ofensas Por vengarme de vos, señora, en mí. Cancion, yo he dicho mas que me mandáron Y menos que pensé : No me pregunten mas , que lo diré. CANCION III. Con un manso ruido De agua corriente y clara Cerca el Danubio una Isla, que pudiera Ser lugar escogido Para que descansara Quien como yo estó agora no estuviera : Do siempre Primavera Parece en la verdura Sembrada de las flores : Hacen los ruiseñores Renovar el placer ó la tristura Con sus blandas querellas, Que nunca dia y noche cesan dellas. Aquí estuve yo puesto, O por mejor decillo, Preso, forzado y solo en tierra Bien pueden hacer esto En quien puede sufrillo, agena; Y en quien él á sí mismo se condena. Tengo sola una pena, Si muero desterrado Y en tanta desventura, Que piensen por ventura Que juntos tantos males me han llevado : Y sé yo bien que muero Por solo aquello que morir espero. El cuerpo está en poder Y en manos de quien puede Hacer á su placer lo que quisiere ; Mas no podrá hacer Que mal librado quede, Mientras de mí otra prenda no tuviere. Cuando ya el mal viniere Y la postrera suerte, En el mismo lugar: Que otra cosa mas dura Me halla y ha hallado : que la muerte Y este sabe muy bien quien lo ha probado. No es necesario agora Hablar mas sin provecho, Que es mi necesidad muy apretada ; Pues ha sido en un hora Todo aquello deshecho En que toda mi vida fué gastada. Que aun nunca que temer quiso dejarme Que el bien y el miedo me quitó en un dia. Danubio, rio divino, Que por fieras naciones Vas con tus claras ondas discurriendo Pues no hay otro camino Por donde mis razones Vayan fuera de aquí, sino corriendo En ellas anegadas ;‹ Si en esa tierra agena Por la desierta arena Fueren de alguno acaso en fin halladas Porque su error se acabe en tu ribera agua mueras Cancion, no has de quejarte ; Que yo he mirado bien lo que te toca. Si hubieras de igualarte Con otras que se me han muerto en la boca. Quien tiene culpa desto, Allá lo entenderás de mí muy presto. CANCION IV. EL aspereza de mis males quiero Que se muestre tambien en mis razones Como ya en los efetos se ha mostrado. Lloraré de mi mal las ocasiones : Sabrá el mundo la causa porque muero; Y moriré á lo menos confesado. |