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desgraciado de mi mando, y solo me resta que al dar cuenta de mi administración ante vuestros representantes, conozcáis, cual me lo testifica mi conciencia, que vuestro bienestar solo ha sido el objeto de las terminaciones de vuestro amigo.

MANUEL MENENDEZ.

Lima, á 16 de Junio de 1842.

Lima, Julio 11 de 1842.

El infrascrito, Ministro de Relaciones Exteriores, ha recibido órden de S. E. el Presidente del Consejo de Estado, encargado del Poder Ejecutivo, para dirigir al Excmo Señor D. Ventura La Valle, Ministro Plenipotenciario de la República de Chile, el tratado preliminar de paz entre el Perú y Bolivia firmado en Puno el 7 de Junio último y ratificado por el Gobierno del que suscribe el 15 del mismo mes, á fin de que tenga cumplimiento lo convenido en el artículo 8.o de él. (1) Inmediatamente que se ratificó fué envíado á Arequipa, donde se hallaba S. E. el señor La-Valle, que antes de recibirlo se había embarcado para el Callao, por cuyo motivo lo devolvió el señor Prefecto de ese Departamento, y ha llegado anoche. El infrascrito espera que el señor La-Valle verifique el canje antes de que se cumplan los treinta y cinco dias, poniendo así el sello á los oficios de sincera amistad que con tan buen éxito ha empleado para que terminase la guerra.

Aprovecha el infrascrito de esta oportunidad para ofrecer al señor La-Valle las seguridades de su distinguida consideración y alto aprecio.

José Villa.

A S. E. el Sr. Ministro Plenipotenciarioy Enviado extraordinario de la República de Chile.

[1] Véase en tratado en el tomo II, pagina 283.

Lima, 11 de Julio de 1842.

Con la apreciable nota de US. de esta fecha, he tenido la satisfacción de recibir el tratado preliminar de paz y amistad entre el Perú y Bolivia, concluído en Puno bajo la mediación de mi Gobierno, el día 7 de Junio último, ratificado por el Supremo Gobierno del Perú en 15 del mismo mes, con el fin de que tenga cumplimiento lo convenido en el artículo 8.o de dicho tratado.

Cabalmente ayer recibí la ratificación por parte del Supremo Gobierno de Bolivia, que tengo el honor de remitir á V. E., quedando con este acto verificado el canje de las ratificaciones dentro de los treinta y cinco días que previene el citado artículo 8.o como lo verá V. E. en la formal declaración de esta fecha, que igualmente me cabe el honor de incluirle.

Al manifestar á V. E. el placer con que veo terminada, de un modo tan honroso y satisfactorio para el Perú y para Bolivia, la honorífica misión que el Cobierno de Chile tuvo á bien confiarme, cumplo con un agradable deber, felicitando altamente, á nombre del mismo Gobierno, y por el respetable órgano de V. E., al Excmo. Señor Presidente del Consejo de Estado, encargado del Poder Ejecutivo de esta República, por el dichoso término de la funesta guerra á que circunstancias deplorables habían conducido á dos pueblos hermanos, llamados á vivir en la mas estrecha unión, S. E. debe congratularse por haber visto realizada la paz que tanto anhelaba y en cuya consecución se ha ocupado con el mayor empeño, debiendo crecer su satisfacción por el acierto que tuvo en la elección de la digna persona á quien confió la celebración de las negociaciones de paz, pues á su celo y asíduos trabajoses debido, en gran parte, el honroso resultado que ellas han tenido.

Quiera V. E. admitir los sentimientos de la distinguida estimación y respeto con que tengo la honra de ser de V. E. muy atento y obediente servidor.

Ventura La-Valle.

Al Excmo. Señor Ministro de Relaciones Exteriores de la República Peruana.

Ministerio de Gobierno y
Relaciones Exteriores

Lima, 12 de Julio de 1842.

A S. E. el Señor Ministro Pleni potenciario de Chile.

Con la muy apreciable nota de V. E. del día de ayer, he tenido el honor de recibir la ratificación del tratado preliminar de paz con Bolivia, concluído en Puno, bajo la mediación del Gobierno de V. E.; el que queda canjeado, según se estipuló en su artículo octavo y se acredita formalmente por la declara. ción que V. E. se ha servido expedir y remitirme con la misma nota. (1)

Yo no puedo dejar de trasmitir á V. E. los sentimientos de la mas viva gratitud de que está penetrado mi Gobierno hácia el de V. E. por los oficios de humanidad y de verdadera amis tad que ha empleado para detener el torrente de males que precipitaba sobre las partes contendientes una guerra de la cual ninguna de las dos podía reportar ventajas reales; y á V. E. mismo por el empeño que ha manifestado para conseguir tan laudable objeto, sir reparar en las molestias que el mar y la fuerte temperatura de los Andes debían causarle en los viajes que con este fin emprendió.

Tiempo es ya de que cesen enteramente los escándalos que continuamente damos al mundo civilizado con nuestras continuas discordias, y de que no las armas, sino negociaciones apoyadas, si fuese necesario, por la mediación de poderes amigos, continúen resolviendo todas las cuestiones que se susciten entre las naciones en que se ha dividido la América antes española. El Gobierno que mas contribuya á este santo fin, reportará mas gloria que el que gane las mas expléndidas víctorias, y el de Chile, habiéndose puesto á la vanguardia de los demas en este camino, se ha hecho acreedor á la gratitud, no solo de los peruanos y los bolivianos, sino tambien á la de todos los amigos de la humanidad.

Reciba V. E., de mi parte, las mas sinceras protestas de estimación y respeto con que soy de V. E., muy atento y muy obediente servidor.

José Villa.

[1] Véase esa declaración en la página 285 del tomo citado,

Ministerio de Gobierno y Relaciones Exteriores.

A la una y media del día de hoy (1) ha recibido S. E. el VicePresidente del Consejo de Estado, en audiencia pública, al Señor D. D. Pedro Guerra, en su carácter de Ministro Residente de Bolivia.

Al entregar el Señor Guerra, la carta autógrafa en que está acreditado, dirigió á S. E. el siguiente discurso:

Excmo. Señor:

En nada ha puesto el Gobierno de Bolivia mas interés, que en hacer una paz sólida con la República Peruana; y al concluir el tratado de Puno, dió la prueba mas positiva de este noble y sincero interés. Habiendo recibido la ratificación, ha querido luego enviarme cerca del Gobierno Peruano, presidido hoy, muy dignamente por V. E., con la misión especial, y muy particular, de velar en la conservación de este bien inapreciable, que forma la necesidad mas imperiosa de los pueblos hermanos ligados con tantos intereses comunes, que deberían ser estrechados por los lazos sagrados de amistad y de alianza.

El tratado de paz, felizmente concluído el 7 de Junio entre el Perú y Bolivia, nada en sí envuelve de que pudiera quejarse alguna de las dos naciones. He aquí, Excmo. Señor, lo que garantiza su duración; lo que hace esperar la mejor inteligencia entre los dos gobiernos: la unión franca y leal para hacer de consuno el bien de dos pueblos que lo desean con ardor y lo esperan con confianza.

La carta autógrafa que tengo el alta honor de poner en las respetables manos de V. E., y que me acredita Ministro residente de Bolivia cerca del Gobierno Peruano, es la simple expresión de este sentimiento de paz, armonía, unión y buena inteligencia que domina todos los actos del gobierno boliviano.

Al tener la grande honra de ser órgano fielde los sentimientos del Jefe de Bolivia, me sería muy satisfactorio poder obtener con la benévola estimación de V. E. el principal objeto de mi misión-la conservación á toda costa de la paz, unión, buena inteligencia y amistad absolutamente indispensables para la ventura de dos pueblos, hoycon nombres diversos, y que antes formaban el antiguo imperio de los Incas.

(1) 10 de Diciembre de 1842.

S. E. contestó lo siguiente.

Señor Ministro:

Con placer he escuchado la noble misión que os trae al Perú: este Gobierno, como el vuestro, desean estrechar sus pacíficas relaciones. Sí, la paz es el alma de los Estados, la ambicio nan todos, y el Perú la necesita. Podeis asegurar á vuestro gobierno que esta ceremonia no es reducida á un cambio vano de palabras, sino de sinceros votos por la amistad íntima, union perpetua de Bolivia y el Perú, y que aplaudo hayais sido vos el escogido para desempeñar tan honroso encargo.

Jurisdicción Nacional

República Boliviana

Ministerio de Relaciones Exteriores

Palacio de Gobierno, en Sucre, 3 de diciembre de 1842.34.°

Señor:

Habiéndose llevado ante los tribunales bolivianos la causa de un asesinato cometido por un indígena en el punto de Quinua-Quichinca, correspondiente al departamento de Tacna de esa República, han determinado estos que no era de su competencia, sino de la autoridad judicial del territorio en que fué cometido el crimen, el juzgamiento del hecho y del autor, aunque éste sea boliviano, según se instruirá V. E. por las copias que incluyo de algunas de las principales piezas del expediente. El gobierno boliviano, persuadido de que el asilo de su terri

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