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para un Gobierno asumir en públ co la responsabilidad de los actos á que haya podido librarse en privado. Honroso es dar ejemplos de franqueza, porque la clandestinidad, si no es compañera inseparable de la tortuosidad, la hace al menos presumible. Juzgue ahora el mundo entre el Gabinete de Lima y el Gobierno de Bolivia. Tranquilo e para éste su fallo; lo espera, confiado en que simpatizarán co i el cuantos aman la buena fe, cuantos estiman la dignidad y eu a os honran la lealtad.

No duda, por esto, el infrascrito que el Gobierno de V. E. se servirá acoger la declaratoria contenida en esta nota, que no es mas que la expresión de la rectitud y sinceridad que preceden en los corsejos del Gabinete Boliviano.

Con sentimientos de distingulla consideración y alto aprecio, tiene la honra de suscribirse su atento, obsecuente, seguro servidor.

RAFAEL BUSTILLO.

Al Exemo. Señor Ministro de Relaciones Exteriores de............

Es copia.

El Oficial 1o

Pedro Pabon.

MENSAJE

DEL PRESIDENTE PROVISORIO GRAN LARISCAL DON RAMON CAS

TILLA À LA CONVENCIÓN NACIONAL DE 1855. (1)

"Por este tiempo se suscitó una dificultad, con graves tendencias para cruzar la marcha de la revolución. El Jefe de las fuerzas peruanas en la frontera de Bolivia, levantó el estandarte de rebelión contra la causa de los pueblos. que había jurado

(1) Se toma de este documento la parte relativa al asunto de que se trata.

defender, alegando por motivo la connivencia que suponía entre el Gobierno Provisorio y el Gabinete de Chuquisaca, con el fin de que éste prestase hombres y armas á la revolución del Perú. El traidor pensaba que después de los acontecimientos ocurridos, debía mirarse esa connivencia como la mas negra traición á la bandera nacional.

Aunque toda especie de consideraciones obraban contra la criminal conducta del calumniador, la Providencia dispuso que el mismo, por una ceguedad difícil de explicarse, ofreciese la prueba mas concluyente de la conducta inmaculada que los hombres de la revolución habían observado en esta materia: había tomado unas comunicaciones dirigidas á la Paz, y las hizo publicar: la mas notable era una carta del Presidente Provisorio al negociante don Gabriel Larrieu, en que, contestando á éste, le dice: que de ningún modo admitiría armamento de Bolivia, si no fuese comprado, y que si era necesario sacrificar el honor, renunciase á toda solicitud. El Gobierno estaba, pues, vindicado por los términos de esa carta, que un enemigo declarado interceptó y publicó. Pero el ex Presidente no podía dejar de aprovechar tan favorable coyuntura para herir la causa liberal: habló, escribió, publicó; todo fué vano, los hechos contestaron. Desgraciadamente el Gabinete de Bolivia dirigió una circular á los Gobiernos Extranjeros, exponiendo que había auxiliado con armas á la revolución del Perù, para retorcer á Echenique los indignos manejos que este empleó contra aquel. El Gobierno Provisorio, que en esta época había pagado el valor del armamento negociado en Bolivia por Larrieu, contestó con otra circular dirigida á todos los Gobiernos, manifestando que las armas y demas elementos de guerra habían sido comprados, y que el Erario había ya satisfecho este crédito sagrado.

Poco tiempo después que el Gobierno cumplió este deber, llegaba á su conocimiento una nota del Ministerio boliviano, en que, después de las mas exquisitas atenciones, ponía á disposición de aquel todo el armamento y útiles de guerra conducidos por Larrieu. Esta nota, que daba hasta cierto punto una explicación de la circular antes mencionada, fué contestada en términos análogos por el Gobierno Provisorio, quien no solo desechó una donación que no podía ya verificarse, sino que rehusó la posibilidad de aceptarla en ninguna hipótesis.

La publicación de los documentos relativos á esta materia, que se hizo entonces, desvaneció todo asomo de duda sobre la buena fé del Gobierno Provisorio."

Permiso al ex-Presidente de Bolivia

para que transite por territorio peruano con
su comitiva y escolta

Ministerio de Relaciones Exteriores.

Sucre, á 14 de Agosto de 1855.

Señor:

Mañana desciende constitucionalmente del Poder Supremo de la República el señor Capitán General don Manuel Isidoro Belzu, y ha resuelto marchar á Europa, por la vía de Tacna, Capital del Departamento de Moquegua, que US. preside tan dignamente.

El cuerpo de Edecanes del Presidente Belzu, y muchos individuos de su escolta, han pedido la honra de acompañar á su Jefe hasta esta ciudad ó el Puerto de Arica, en justo homenaje de amor y respeto hácia su elevada persona.

El Sr. Capitán General no ha podido menos que aceptar una demanda tan propia y tan digna de los ciudadanos armados que le han servido con lealtad nunca desmentida, y será en compañía de ellos que pise el territorio del Perú, perteneciente al Departamento de Moquegua, que US. manda.

La premura del tiempo no me permite dirigir esta comunicación al ilustrado Gobierno del Perú, demandando, de su amistad por Bolivia y de sus generosos sentimientos, el permiso necesario para que el señor Capitán General Belzu entre al territorio de esa magnánima Nación con toda la comitiva que he mencionado, con sus armas, y el traje militar de sus graduaciones respectivas.

Por tal motivo, tengo el honor de solicitarlo directamente de US. sin dudar, un momento, que él será acordado en toda la extensión que lo insinuo, así como será estimado por Boli. via y respetado por los caballeros de la comitiva del señor Capitán General Belzu, que deben regresar á la República después de pocos días de haber pisado ese Departamento.

En esta fecha doy cuenta al Excmo. Señor Ministro de Relaciones Exteriores del Perú del contenido de esta comunicación, de la causa que la ha impulsado, y de la alta confianza que me inspira la ilustración de las autoridades peruanas.

Tengo el honor de ofrecer á US. mi consideracion distinguida y de suscribirme de US., atento servidor.

J. DE LA CRUZ BENAVENTE.

A. S. S. el Señor Prefecto del Departamento de Moquegua.

Prefectura del Departamento de Moquegua

6

Tacna, Setiembre 2 de 1855.

Señor Ministro:

Aunque no he recibido instrucciones precisas de mi Gobierno, respecto del caso que V. E. se sirve insinuarine en su respetable oficio del 14 del mes pasado, no tengo inconveniente en acordar al señor General don Manuel Isidoro Belzu, su comitiva y escolta, el permiso necesario para transitar por este Departamento hasta el pueblo de Arica, en donde debe embarcarse para Europa.

En esta contestación, de que en el paquete próximo debo dar cuenta á mi Gobierno como del objeto que la motiva, no

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