Pagina-afbeeldingen
PDF
ePub

Y negro todo aquello que va encima,
Sus pajes terciopelo lavorado

De negro, á quien color verde se arrima,
Visten, con capotillos enforrados
De catalufos no differenciados.

El de Tassis tambien y de Riuero,
Correo mayor del Rey napolitano,
Tan bizarro quan noble cavallero
Se muestra, y nada ménos cortesano;
Sigue sus mismos pasos y sendero
El hijo del correo mayor Romano,

Que como en sangre y nombre se encordan,
Assi en salir bizarros no discordan.

Diversos en color, en gala yguales,
Y en el valor se muestran a porfia,
Dando de su afficion claras señales,
Y de su illustre y gran Caualleria;
Y si para contar todos los tales
Que yvan en la lucida compañía,
Tuviera tiempo, y este no faltara,
Tarde mi musa a ver el fin llegara.

El ultimo de todos los de cuenta
Era el gran Prior de Roma, Aldrobandino,
Que en quan gallardo y brioso se presenta,
Del Papa muestra ser caro sobrino;
Va en el medio de aquel que representa,
Del buen compaño aver el nombre dino,
Por dina descendencia del de Sora,
Duque a quien Roma de continuo llora.
Llora, gime y suspira la memoria
De aquel Gregorio treze Padre Santo,
Porque quando acabó (su fama y gloria) (sic.)
Tuvo fin, y principio su gran llanto;
Y en medio del de fama imperemptorio,
Por el nombre Colona illustre tanto,
Del duque Zagarola el uno hijo,
De Sora el otro ser el vulgo dijo.
Luego detras con competente espacio,
Que bastava a juzgar bien su grandeza,
Tras tanta orden y gala hasta palacio,
Mostrando digna majestad y alteza;
A tan gran cargo yendo muy despacio,
Entre mucha apretura y estrecheza
Que causava la gente que corria,
Por verle, su excelencia se seguia.

En un fuerte cavallo y tan brioso,
Que temblar haze por do pasa el suelo,
Bien travado y en el hollar furioso,
Corto de cuello y muy rico de pelo,
Al freno humilde a espuela corajoso;
Ligero y tal, que los que por el cielo
Tiran el carro de aquel gran planeta,
No son de mejor raza ó más perfet.

De negro terciopelo es la gualdrapa,
Y de oro a canutillo refulgente
Bordada, y de lo mismo era la capa,
Mas bordada de plata solamente,
La guarda de los Suizaros que al Papa
De mucho tiempo aca sirve fielmente,
Con librea de amarillo y colorado
Le acompañan al uno y otro lado.

Calça y coleto lleva de amarillo, Y sobre el rico raso esta bordada Plata fina compuesta a canutillo Con primor e invençion rica assentada; De un alto y plateado brocadillo Hecho el jubon y su capa enforrada, Una cinta en la gorra de diamantes, Que pareçen estrellas relumbrantes.

La pluma blanca, amarilla y parda
Con que campea la gorra en todo canto,
Su presencia grauíssima y gallarda,
Y mas que declarar podrá mi canto;
Aquel de Monrreal la yzquierda guarda,
Y la mano derecha aquel de Otranto
Entrambos arzobispos de gran fama,
Que su excelencia mucho estima y ama.
Calças enteras de amarilla seda
Llevan los pajes, con las cuchilladas
De aquel color que al fino oro remeda,
Con invencion muy rica recamadas
De telilla de plata, con quien pueda
Conformarse el jubon, van enforradas
Llena de pardas y galanadas flores,
Que el catalufo ymitan en primores.
De negro terciopelo recamado
Son las ropillas, y del mismo liso
Las capas, a quien el aforro dado
Esta tela de flor de Parayso

Con plumas de color blanco y dorado,
Y funeral sus gorras ornar quiso,
Quien formo la invençion rica y preciada,
Toda de flores de oro rodeada.

De un amarillo pañ acuchilladas,
Con trinas de oro y fondo de telilla
De plata y seda negra, que variadas,
Dan a la vista summa maravilla
Traen los lacayos calças bien formadas,
Capas de paño negro con capilla
Guarnecidas de negro terciopelo,
Con gorras de lo mismo a liso pelo.

Los jubones de aquesta misma tela
Cortados con primor y bizarria,

Y un plumaje que al viento bien rebuela,
Quel mismo de los pajes parecia ;
Van delante el cavallo en una muela,
Mostrando gentileza y gallardia,
Con espadas ciñidas a los lados,
Y puñales, doradas y dorados.

El gran duque de Sessa, del hispano
Rey ordinario embajador, le sigue,
Tan grave quan honesto, y tan galano,
Que alabanzas de tal dos mil consigue;
Botones de oro hechos a una mano
Lleva, y tras su riqueza se prosigue
Otra mayor de muy ricos diamantes,
Estimados quanto otros vistos antes.

Pluma en color conforme a su vestido Lleva en su gorra puesta al diestro lado, Y en medio dos obispos recogido, Porque a su authoridad esto le es dado: Sus pajes y lacayos le an seguido,

Adornados de negro y colorado

Su ordinaria librea, pero nueva,

Que assi su honor y el sol en dia lo lleva.
Obispos veinte y tres Prothonotarios,
Y clerigos de camara venian
Detras a par de los refrendarios,
Que a los dichos obispos los seguian;
Los quales, y demas prelados varios,
Quinquagenario numero hazian,
Todos en gruesas mulas y dispuestas,
Y con negras gualdrapas bien compuestas.
A ver tal gala y tanta bizarria,

No en Roma vista, o de gran tiempo apenas,

De multitud de gente que venia
Están las plazas y las calles llenas;
Quien a una parte quien a otra corria,
Quien sube al muro, quien a las almenas,

Para poder mirar de mas espaçio

El orden de la gente hasta palaçio.
Los galanes aquí y alli mirando

Van por las çelosias y ventanas

La multitud de damas, que esperando
Están ricas, compuestas y galanas;
Y por servicio dellas contoneando,
Las cavallos riquissimos y alfanas
Aquí saltan, allí dan la corbeta,

Ya el ojo humillan, ya mano y barreta.
Pues hora dando, y hora recibiendo

A las damas, y dellas favor dino,
Con el orden ya dicho van siguiendo,
De casa al Vaticano su camino,
Derechos de San Marcos prosiguiendo,
A la valle de allí van por Pasquino,
De allí por el Parion al Jordan monte,
Te donde a Bancos van y de alli al Ponte.
A do el antiguo Tiber celebrado,
De tantas mussas manso y caudaloso,
Sus turbias ondas claras a parado,
Admirado de triunfo tan glorioso;
Y á sus sagradas ninfas a mandado,
Que en canto alegre, dulce y sonoroso
Canten dél la admirable fama y gloria,
Para su eterna y celebre memoria.

Pues todas luego con guirnaldas puestas
En sus cabezas de mil varias flores,
Y con gala primor y arte compuestas,
Mezclan las aguas con dos mill olores;
Y en danza y choros con que tales fiestas,
Jubilan con sus cantos y loores,
Danzando en la agua dicen Lemos viva,
Y assi responden tierra y ayre arriba.
Tanta en número es la cavalgada,
Que antes que de palacio sea partida
La ultima en San Pedro está parada
La primera, sin que orden sea rompida;
Tanta, en summa, que no pudo contada
Ser, ni á numero cierto reducida,
Basta saber que media legua grande
Ocupe, y dos à dos en orden ande.

De admiraçion fue digna aquesta entrada
A toda Roma, grandes y medianos,

Admiro la crecida cavalgada,
Rica y lucida de napolitanos;
Tambien la gallardia aventajada,
Que entre todos mostrauan los hispanos;
Y la conformidad de tanta gente,
Siendo con tanto estremo differente.

Pues assi acompañado su excelencia, Mostrando su valor y poderio

En la gran majestad de su presencia,
Y en la gala de su rico atavio,
Pasa haziendo mesura y reverencia
A las damas, y llega al puente y rio,
A do entrando el castillo, hizo quanto
Diré con nuevo aliento en otro canto.

FIN DEL TERCERO CANTO.

SECCION DE AUTÓGRAFOS,

CARTA

DEL DUQUE DE ALBA A RUY GOMEZ DE

SILVA (1).

Illustre Señor :

Despues que escrevi a V. Señoria con Don Carlos de Almendarez no ay cosa nueva mas de lo que por las cartas de su M. V. Señoria verá, y si oviese tanbien lo que por las del Principe de Ascoli para su cuñado que le escrive, no seria razon que su M.' me toviese en tantos negocios tan importantes si el Conde no lo mojare V. Señoria se las pida y vera como me paga el Señor Principe lo que yo e hecho por el, que en verdad no a sido poco, y e miedo que sea verdad yo me determine de dexar al Marques de Pescara en lo de la guerra, porque fue juego forzoso que no tove a quien dexar, que el Castaldo yva tan enfermo que no esta para trabajo y sera mejor para consejero como queda con el Marques, y el contento de ello, y tanto mas sera me

(1) Archivo de Simáncas. - PatronatoReal.Legajo único para distribuir.

nester que su M.' le haga merced lo del govierno y de la guerra queda remendado; pero yo no puedo tener onbres si su M.' no me los da, y si es remiendo no lo es por querer yo meter hijo, ni pariente, ni cosa mia que se me pueda achacar, que en esto yo procurare que el servicio de su M.' se haga sin ningun respeto; cuando yo de alla vine estavan todos los agujeros tapados, porque con Don Bernaldino de Mendoza y con Don Garcia de Toledo abia cargo y al otro se remediava en mi avsencia, y la que fuera provision verda. dera en el estado de Milan fuera vno de ellos, que estotro, como digo, a sydo remiendo; pero como yo propuse a Don Garcia entre los otros que propuse y no se me admitio, no quise despues apre talle a que quedase y Don Bernaldino de Mendoça, de ay me paresce que le deven aver alterado para quererse ir a la corte si no se tiene cuenta con dar onbres y sostenerselos al que estoviere en estos cargos, es inposible que sin ellos se pueda tan gran maquina rodear, porque son menester para muchas partes onbres, y para cada una de ellas muy principal, y a quien su M.' haga mucha merced y que sepan que les a de venir por mano del que aqui estoviere y que no an de tener recurso en la corte siempre que dexaren lo de aca contra voluntad del ministro principal; si paresciere que quiero muchas cosas, el negocio que se trae entre manos es tan grande y tan duro de sostener y con tantos y tan duros emulos, que plega a Dios que con dar al que estoviere en estos cargos todo quanto supiere pedir por la boca baste a mantenello, pero todo el dia parescera que pido mas quando viniere a mi particular, que en este nunca me moderare tanto que no

parezca a su M.' desaforado, y pues estoy en el vaile cansare un poco a V. Señoria con mis cosas que estan ya de manera que no son para otra cosa sino para cansar mis amigos y señores: su M.' me mando venir à servir en estos cargos dándome el estado de Milan por perdido y como tal me lo entregaba, pues yo juro á Dios que de como ello era verdad ser perdido a como su M.' lo entendia avnque lo entendiese como me lo dixo era tanta diferencia como de vn muerto a vn bibo inmortal yo propuse esta manera de cargo que se juntasen estos dos, paresciendome que era el solo remedio que las cosas de su M. en Italia podian tener, y quando yo pense en esto cierto era tan lexos de pensar venir yo a ello como se podia de pensar de hazer cortar las crines y oydos al cargo de Cerdeña ase visto por la experiencia ogaño aver sido mi consejo sano y verdadero, porque con duzientos mil escudos que su M.'me proveyo no se pudiera aver sostenido ni defendido lo que se a defendido, porque el que estoviera en el estado de Milan y no toviera la mano en lo de Napoles, avnque yo la e tenido coxa, no pudiera aver sacado de alli trezientos y cinquenta mil escudos que e sacado, ni oviera podido hazer partido de otros tantos aqui en Genova, dando por caucion pagamentos fiscales en aquel reyno; asi, señor, que quiero una vez que su M.' entienda mi consejo de que esto se juntase no fue anbicion mia ni cosa particular mia, sino el mero servicio de su M.', tanto que cierto sino se oviera hecho el dia de oy su M.' no toviera estado de Milan sino lo oviera proveydo diferentemente de como lo a proveido; es menester dezir, onbre, toda esta inportunidad, porque facilmente se po

.

dria juzgar que siendo yo el consejero que desperto esta materia y aviendo caido sobre mi persona oviese yo atendido a algun particular mio, yo pienso que e servido a su M.' despues que vine a Italia tan bien quanto nunca soldado sirvio á su Principe, porque en esto quantos enemigos tengo que quieran venir a la particularidad de como halle este estado y el exercito de su M.' y el de sus enemigos no me pueden negar que no aya hecho mas en defender el estado que hiziera en conquistalle; plugera a Dios que en servicio de su M.' toviera yo el juego que tovieron los Franceses y ellos el mio, que yo pensara hazer tan señalados servicios a su M.' que no fuera menester andallo, particularizando como agora es menester aclarallo, yo estoy en el mas ruin termino que puede onbre en el mundo estar, porque la gente admitir esto que es hecho, y su M.' pienso que se debe ir por el mesmo camino, porque en las demostraciones no se da a entender otra cosa, y su M.' ase intitulado de castigar a los que no hazen lo que deven y gratificar a los que le sirven, y por tal le predicamos aca sus criados; pero en Italia, que enviara su M.' un onbre de mi estado teniendo el oficio que tengo en su casa, aviendo servido a su padre tantos años cerca de su persona, pensando que cabe la suya tenia el lugar que no suelen dexallo los onbres por ninguno otro, pensaron que la provision que su M.' me havia de hazer y la cuenta que conmigo avia de tener y la merced que me avia de hazer avia de ser muy grande, todo esto lo vera al reves, porque la provision an visto la que es la cuenta vera que estoy tres meses sin tener carta de su M.', y que por los particulares de Italia ando mendicando

saber de la corte de su M.' lo que se haze la merced no la vera sin verme andar pidiendo por Dios para comer qualquiera de este y cosas que me falte.

La carta que V. Señoria me escrivio con el criado de Geronimo de Pisa recebi ayer.

Me falta el nervo y las fuerças con que e de servir a su M.' en cosas tan grandes, porque en toda Italia se reiran de mi y como a onbre que piensan que no tiene la gracia de su M.' tornan poca cuenta con lo que yo les puedo hazer ni deshazer, escrivieronme Mardones y Don Antonio de Toledo, que les habia dicho su M.' hallándole en si que se me havia de hazer merced, que en la consulta lo acordaria a su padre; si mi negocio a de salir de consulta, fresco deve ser el negocio y si su M.' piensa que yo pretendo una encomienda que se puede dar en ella para un hijo, su M.' se engaña mucho, porque aviendo vendido veinticinco mil ducados de mi mayorazgo y aviendoseme de gratificar mi travajo y el poner la vida todas las veces que se a ofrecido, que an sido muy muchas, como el mas triste soldado del mundo de tres escudos, agravio me haria yo a mi si pretendiese una encomienda, suplico a V. Señoria me haga merced de llegarme este negocio al cabo y sacarmele de maña, porque si su M.' piensa que yo le

servido para que me haga merced como avn tantas vezes me lo a enviado a dezir con V. Señoría propio, ayudarme a que le pueda servir con autoridad y contentamiento, sino muy duros y inconportables trabajos son los que yo paso para pasallos con descontentamiento y tan vanamente como hasta aqui los e pasado y me será mucho mejor volver a servir a su M.' y contar en su bureo y

subille la vianda de la cocina á la mesa que es muy onrada cosa y no nada trabajosa, y suplico á V. merced me haga merced que la resolucion de esto me la escriva luégo, porque ya vee que le digo en tiempo que lo del estado de Milan y Piemonte lo dexo en tan buenos términos y tan diferentes de como lo hallé que vn niño lo podrá governar y toda lo más de Italia, por el presente quieto, que no ay enemigos en campaña, no querria que dilatase esto hasta el verano que vernan los infiernos bivos que nos están esperando para mordernos de todas vandas y que me diga V. Señoría lo que me escrivio quando envie á Mardones que no era aquel tiempo de hablar en bolver el rostro, pues V. Seño. ría me a sido siempre tan buen amigo, yo le suplico no dexe de valerme aora en cosa que tanto 'me va, que lo ménos es reirse todo el mundo de mi, que sirva tantos años y con el aficion y trabajo que yo sirvo tan vanamente que no saque de ello otra cosa que destruir mi casa como lo tengo hecho ya, aconseje á su M.' que por amor de Dios no quiera llegar tan al cabo a ningun onbre de quantos le sirvieren, tanto menos a quien le sirve con el aficion y las entrañas que yo.

Señor, esto del dinero esta en tan malos terminos que pónese qué a de ser este verano si su M.' no manda luego en España que hagan provision y no la harán si no castiga la traicion que le an hecho en no averme inbiado hasta el dia de oy un solo cuatrin, y si no castiga a los que le sirven mal, qué se puede esperar que pueda aver remedio en sus negocios, no le avra sino que todo irá a casa del diablo, y el perdera sus estados, y su autoridad y sus ministros las vidas y las onras; este verano tengo

por cierto no a de aver en Italia rincon donde no aya guerra, porque el Papa no ay duda que saltara en viendo la suya y verala; vemos que haze todos los tiros que puede á su M.', proveer el arzobispado que a proveido en el reyno, lo que a enviado a España sobre la observacion del concilio, lo que envia en lo de los medios frutos, y en verdad que en esto de los medios frutos su M.' devria tomar algun termino, y pues sin consensu de su Santidad el Rey de Francia los toma para traer la armada del turco, tomallos para defender de ella, con mis letras yo absolveria á su M.', y que no quedase en España obispo ni capitular que no le desterrase del reyno y depositadas las tenporalidades y servirse de ellos, que para este negocio hasta el cabo, y no se puede curar esta llaga sin hierro y fuego; si me dixere V. Señoría que estoy en Italia, y que e ensanchado la conciencia, digo que estoy en Italia y veo lo que ay y lo que es menester y que es imposible poderse cumplir a tantas partes sin algun grandísimo monstruo, para que no suceda otro que antes se acabe el mundo que tal se vea, y no es menester andar perdiendo tiempo en lo que se ha de hazer y ya es muy tarde para proveer, y plega á Dios que proveyéndose luego se venga a tiempo, y sino apedreenme como el año pasado por qualquiera vicoca que se pierda, pues quan. do lo venga á defender otro se vera lo que se ha hecho.

Francisco de Ibarra va al mandato diga á V. Señoria cierto que como aora queda lo de Milan y Piemont que no po⚫ dia el Emperador hazer mas ruyn tiro a quien no desea que se pierda algo en esta parte, y que no conviene llevar es. tas cosas por vizarrias y apetito que es

« VorigeDoorgaan »