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Anuncio de futuros servicios de <Bibliografía General Española e Hispanoamericana».

1.o CONSULTORIO JURÍDICO que, puesto al servicio gratuito de los señores suscriptores y socios de las dos Cámaras Oficiales del Libro, pueda orientar en un principio a sus solicitan

5.0 CONSULTORIO BIBLIOGRÁFICO ESPAÑOL E HISPANOAMERICANO.

6.o SERVICIO DE PUBLICIDAD PARA ESPAÑA.

7.o Servicio de GESTIÓN DEL PERMISO DE TRADUCCIÓN DE OBRAS ESPAÑOLAS Y EXTRANJERAS, GESTIÓN DE EDITOR Y VENTA DE LIBROS EN MADRID Y BARCELONA.

tes en sus asuntos jurídicos relativos al contrato A

editorial y propiedad literaria.

2.o Servicio de INSCRIPCIÓN DE OBRAS EN EL REGISTRO DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL Y ARTÍSTICA EN ESPAÑA (inaugurado). 3.o Servicio de INFORMACIÓN SOBRE PROPIEDAD INTELECTUAL EN TODOS LOS PAÍSES que tienen Tratados con España.

4.o Servicio de INFORMACIÓN SOBRE LEGISLACIÓN INTERIOR Y DERECHOS DE ADUANAS RELATIVOS AL LIBRO.

A nuestros suscriptores.

Advertimos a nuestros suscriptores actuales que daremos por renovadas las suscripciones para el año 1925 de todos aquellos que no ordenen su baja.

Los suscriptores que no reciban nuestra Revista deberán, con toda rapidez, comunicárnoslo, para la oportuna reclamación en Correos.

Noticias y comentarios.

Rectificando.-En nuestro último número se deslizaron dos notables errores en la cédula bibliográfica número 1.220.

En la citada cédula, que describe la obra de Rodolfo Namias, titulada Manual práctico de Quimica fotografica (3.a edición), se equivocaron: primero, el precio, que no es de 10,50 pesetas cada tomo, sino el de 20 pesetas los dos tomos en rústica y el de 25 pesetas los dos tomos encuadernados, pues no se venden por separado; y segundo, la razón social de la editorial, que apareció cercenada en algo y con una errata, se puso Editorial Baylli-Bailliere, S. A., por Casa Editorial Bailly-Bailliere, S. A., que es la correcta denominación de la antigua casa editora de la expresada obra de Namias.

Gustosos rectificamos estos errores.

La Escuela de Librería de la «Maison du Livre Français.-La Escuela preparatoria de Librería de la Maison du Livre Français inaugura sus tareas por segunda vez. Treinta y ocho

alumnos de ambos sexos se han inscrito deseosos de recibir la ilustración especial que se precisa para el ejercicio de la difícil profesión de librero.

Hay que hacer notar que, de los treinta y ocho alumnos inscritos, veintiocho proceden de los Institutos franceses; es decir, que, ya diplomados, su nivel inelectual es una garantía para sus nuevos estudios. La edad media de dichos alumnos es la de veintisiete años, lo que también asegura la intensidad de su instrucción.

Los dos primeros cursos, fabricación del

Si desea usted recibir BIBLIOGRAFÍA GENERAL ESPAÑOLA E HISPANOAMERICANA cada mes con regularidad, y no sólo de vez en cuando, tiene que suscribirse en toda regla.

En otro lugar de la Revista se encontrarán los precios de suscripción.

BIBLIOGRAFÍA GENERAL ESPAÑOLA

libro y venta del libro, son alternos, a los que se añaden algunas lecciones de literatura.

Hemos dicho otras veces que la enseñanza de librería, aquí en España, urge emprenderla si queremos subsanar muchos vicios en la difusión del libro español en el interior.

Un nuevo periódico bibliográfico en Italia.- La revista literaria L'Italia che scrive anuncia la aparición de un nuevo periódico titulado Le Livre. Dicho periódico será órgano de muchos autores, editores, críticos y libreros italianos.

Este nuevo periódico bibliográfico, que será editado en Roma, se propone contribuir al acrecentamiento en el público del amor por el libro y por todas aquellas cuestiones inherentes a la vida del libro.

Una nueva revista francesa.-Ha sido muy bien acogido el primer número de la nueva revista bimensual francesa L'Art vivant (edición de las Nouvelles Litteraires), revista de arte decorativo, de pintura, de escultura, de bibliografía y artes del libro y de modas. La revista se presenta con un marcado carácter de señoril sobriedad, muy bien ilustrada y con grandes novedades tipográficas.

Máquina distribuidora de libros.-En las principales estaciones ferroviarias de Alemania, antes de la guerra, fueron instalados unos aparatos automáticos, mediante los cuales, previo el depósito de cierta cantidad, el viajero

podía adquirir un libro que leer en el tren durante su viaje. Durante la guerra, por las condiciones generales del mercado y por lo difícil que resultaba proveerse de la moneda corriente, estos aparatos fueron suprimidos. Ahora, vuelta Alemania a la normalidad, dichas máquinas distribuidoras de libros han sido de nuevo instaladas en las principales estaciones.

Un misterioso ladrón de libros.-Una información de Roma al Corriere della Sera da cuenta de la existencia de un curioso individuo «cleptómano para los señores alienistas, ladrón matriculado para nosotros», dice el Giornale della Libreria— que se ha especializado en el volumen de la Storia dell'Arte, de Venturi, obra rara que se le señala un precio de algunos millares de liras. Volúmenes de esta Storia dell'Arte han desaparecido de la Biblioteca de San Lucas, de la Biblioteca Angélica, de la Biblioteca del Senado y de la Biblioteca Víctor Manuel, todas ellas de Roma.

El curioso tipo de bibliófilo ha sido denunciado, después de su último golpe, por el director de la Biblioteca Casanatense, y es de esperar que sea detenido después de tan difícil y especializada labor.

Citese nuestra Revista cuando haya servido de fuente de información.

Es seguro que así alcanzará más precisión y claridad su pedido.

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CRÓNICA GENERAL: Cuestiones de Propiedad Intelectual.—Importantisimo.-A impresores, editores y libreros.-Para ficheros.-La Bibliografía mexicana del siglo XIX, por Carlos M. Trelles.-Anuncios de futuros servicios de «Bibliografía General Española e Hispanoamericana».

Cuestiones de Propiedad Intelectual.

He aquí una difícil cuestión que ha sido planteada al abogado de Barcelona D. José Pedrerol.

Obras francesas no traducidas al español durante los diez primeros años, a partir de su publicación. ¿Puede un editor en Italia publicar legalmente una traducción en español en perjuicio de su autor francés o de su cesionario, para traducirlas a nuestro idioma?

A continuación publicamos el dictamen que contesta a dicha cuestión, dado por el citado abogado.

Sr. D. N. N., editor.

Barcelona.

Muy señor mío: Examinados los antecedentes que usted me da, relativos a las obras del autor francés N. N., resulta que las mismas han sido publicadas en Francia por primera vez en los años de 1906 a 1911, y que siendo usted cesionario de dicho autor del derecho de publicar dichas obras traducidas en el idioma español, ha publicado usted alguna de ellas durante el corriente año de 1923, o sea habiendo ya transcurrido más de

diez años desde la respectiva primera publicación

de la obra francesa.

Tratándose de obras originales francesas y de autor francés, de quien es usted cesionario para la publicación de las mismas en español, precisa,

para determinar la existencia o inexistencia de derecho por parte de la casa N. N., editora de Milán' para publicar, como lo ha hecho, una traducción suya al español de varias de las obras de dicho autor francés, examinar los textos internacionales que protegen entre Francia e Italia la propiedad literaria de sus respectivos autores nacionales.

Estando Francia e Italia adheridas a la Convención de Berna para la protección de la propiedad literaria y artística, y existiendo en dicha Convención el art. 20, que establece que continuarán siendo aplicables las disposiciones de los Tratados particulares existentes entre los países adheridos que concedan a los respectivos autores derechos más extensos que los prescritos en la Convención de Berna, precisa ante todo examinar las disposiciones del Tratado de propiedad literaria y artística vigente entre Francia e Italia de 9 de Julio de 1884, relativas al derecho de traducción.

El art. 8.o de dicho Tratado limita el derecho exclusivo de los autores para la traducción de sus obras, o la autorización a un tercero para traducirlas, al período de diez años, a contar de la publicación de la obra original, y aun para que exista

este derecho precisa, según el mismo artículo, que la traducción haya sido publicada dentro de los tres primeros años.

En el aspecto de este Tratado, y no habiendo aparecido publicadas las traducciones españolas de las obras del autor francés en cuestión dentro de dichos tres años, y además estando ya totalmente transcurridos los diez años, a partir de la primera publicación de las obras francesas, es evidente que la Casa italiana editora habría podido publicar, sin infringir ningún derecho del autor, sus traducciones al español.

Dicho Tratado estipula, en cuanto al derecho de traducción, derechos más restringidos que la Convención de Berna, que por ello debemos examinar.

Acerca de la Convención de Berna, sus respectivas modificaciones y las limitaciones con que Francia e Italia, en uso del derecho establecido en su art. 27, han ratificado tales modificaciones, debemos manifestar lo siguiente:

Que por virtud de la última revisión de dicho Convenio de Berna, efectuada en Berlín en 1908, compete a los autores unionistas el derecho exclu. sivo de traducir su obra a cualquiera otra lengua por durante todo el tiempo que le está protegida su obra original. Pero Italia, al ratificar las modificaciones del Convenio de Berna acordadas en Berlín, declaró que no ratificaba esta extensión de Berlín, y que por lo que respecta al derecho de traducción continuaría rigiéndose por la establecida en el acta adicional de París de 4 de mayo de 1896.

El art. 5.o de dicha Acta adicional, ampliando el plazo único de diez años de duración para el autor del derecho exclusivo de traducir sus obras a partir de la publicación de la obra original establecido en el art. 5.o de la primitiva Convención de Berna, dispone lo siguiente:

<«<Los autores pertenecientes a algunos de los »>países de la Unión o sus derechohabientes, go>>zan en los demás países de la Unión del derecho >>exclusivo de hacer o de autorizar la traducción »>de sus obras por durante el tiempo de duración »del derecho sobre la obra original. No obstante >>(continúa el artículo), el derecho exclusivo de >>traducción cesará de existir cuando el autor no »>lo haya usado dentro de un plazo de diez años, a >partir de la primera publicación de la obra origi»nal, publicando o haciendo publicar en alguno de »los países de la Unión, una traducción en la len»>gua para la cual la protección será reclamada.»

Anúnciese en nuestra Revista, la más eficaz, que es leída por todos los libreros y bibliofilos de España y América.

Del artículo que se deja transcrito, que es el que continúa rigiendo para Italia, resulta que, para que un autor francés, o su derechohabiente sea protegido en Italia en el derecho exclusivo de traducir su obra en cualquier otra lengua, precisa que la traducción autorizada en dicha lengua haya sido publicada en alguno de los países de la Unión dentro de los diez años de la publicación de la obra original.

Por los antecedentes que me han sido dados resulta que la mayor parte de las obras del autor francés N. N. no han sido todavía traducidas por usted al español, y que la publicación de las que ha traducido ha sido hecha transcurrido ya dicho plazo de diez años, el cual ha transcurrido, además, respecto de todas ellas.

Por ello soy de opinión que la Casa editora de Milán ha podido legalmente publicar sus traducciones españolas de dichas obras, si lo ha hecho después de transcurrido el plazo de diez años de la respectiva primera publicación de cada obra francesa. Si la respectiva publicación la ha hecho dentro de los diez primeros años, la Casa editora italiana habría infringido derechos que pertenecen legalmente a usted, y estaria usted en tal caso en el derecho de mantener su reclamación. De usted atento s. s. q. e. s. m.,

JOSÉ PEDREROL

Toda la correspondencia que afecte a nuestra Revista deberá dirigirse al señor Director de BIBLIOGRAFÍA GENERAL ESPAÑOLA E HISPANOAMERICANA, calle de Luis Vélez de Guevara, 10, Madrid.

Importantísimo.

La mayor propaganda que del libro español, para España y América, se puede realizar, sin gasto alguno, es la de remitirnos la noticia de toda nueva edición para que se incluya en nuestra sección bibliográfica.

Esta sección es consultada siempre por todos los que se dedican al comercio de libros y por los bibliófilos y autores de España y América, y muy frecuentemente por todos los libreros y autores del mundo.

A este propósito venimos sirviendo a editores, libreros y autores, y en general a todos los que deseen darnos noticias de alguna obra publicada en los lugares dichos, unos impresos que facilitan en gran manera esta información espontánea.

Pida hoy mismo dicho impreso para sus informaciones, que con toda urgencia se le remitirá.

A impresores, editores y li

breros.

Recordamos por este aviso a los señores impresores que están obligados a enviar un ejemplar de todo lo que impriman a la Biblioteca Nacional.

Como el incumplimiento de este envío perjudica mucho nuestra información bibliográfica, suplicamos a los señores editores y libreros que nos leen que recuerden esta obligación a sus impresores.

Para ficheros.

De la sección de Bibliografía, en que aparecen las papeletas bibliográficas por orden correlativo de numeración, hemos preparado, a partir del núm. 5 (mayo, 1923), cierto número de ejemplares impresos por un solo lado para que las personas a quienes interese puedan cortar las papeletas que deseen, pegarlas en cartulinas y colocarlas en sus ficheros.

El ejemplar de la tirada correspondiente a cada número se vende a 2 pesetas en la Administración de la Revista.

La Bibliografía mexicana del siglo XIX.

Honrado con el nombramiento de colaborador de esta notabilísima revista, y accediendo a amable invitación, he escrito con verdadero temor el presente artículo, sobre un tema que sólo conozco a medias; por cuyo motivo pido benevolencia a aquellos que se tomen la pena de leer estos modestos renglones.

La Bibliografía mexicana es muy rica en magníficos trabajos relativos a los siglos XVI, XVI y xvш; pero en cambio la parte concerniente al xix y xx está, se puede decir, en la infancia.

En la del siglo xvi se puede mencionar la List of books printed in Mexico (1540-1600), publicada en Providence en 1875 por John R. Bartlett; y la monumental Bibliografia Mexicana del siglo XVI (1539 a 1600) (México, 1886; en folio, 422 págs.), de D. Joaquín García Icazbalceta, obra modelo en su género, a la cual hizo importantes Adicciones al Dr. Nicolás León, en 1903.

El siglo XVII lo dió a conocer, desde este punto de vista, primero el P. Agustín Fischer y después el P. Andrade, en su muy nutrido. Ensayo de Bibliografia Mexicana del siglo XVII (México, 1899; en 4.o, 804 págs.).

Los libros y folletos de la décimaoctava centuria los ha sacado a muy clara y viva luz el Dr. Nicolás León en sus cinco hermosos y valiosísimos volúmenes titulados Bibliografia Mexicana del siglo XVIII (México, 1902-1908).

La Bibliografia Mexicana de Eguiara y Eguren, la primera publicada en México en 1755, y que quedó incompleta, se refiere a los tres primeros siglos de la colonización; y la del famoso Beristain de Sousa, intitulada Bibliografia Hispanoamericana Septentrional (México, 1816 a 1821), dedica gran parte de sus páginas a las tres mencionadas centurias. Esta última obra fué adicionada, como se sabe, por el señor J. F. Ramírez en 1898, que publicó dos volúmenes en 8.o mayor.

En otra bibliografía magistral,' escrita por un extranjero ilustre con el título de La Imprenta en México (1539-1821), impresa en Santiago de Chile por su autor, el Dr. José Toribio Medina, el primer bibliógrafo de América, se describen miles de impresos de los siglos XVI, XVII y XVIII y la quinta parte del xix.

Como se ve, la sección más difícil de la Bibliografía mexicana, la de los tres primeros y remotos siglos de la colonia, está ya convertida en una hermosa realidad y perfectamente presentada por bibliógrafos de primer orden, cuyas obras son verdaderas maravillas de erudición.

Pero esa riqueza bibliográfica asombrosa de las mencionadas centurias, contrasta con la penuria lamentable que se observa en lo tocante al siglo XIX.

Sólo pueden enumerarse relativos a él los trabajos generales de Beristáin (de 1801 a 181 5 y de Medina (de 1801 a 1821).

El insigne bibliógrafo chileno ha descrito además los impresos del siglo pasado en su notable obra La Imprenta en Puebla (1640 a 1821) (Santiago, 1908) y en sus otros libros La Im

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